Esteban como todos los días desde aquel accidente estaba ahí, junto a su amada María. Se sentía impotente al no poder hacer nada para que volviera, estaba cansado, todos los malditos días desde hacía 7 meses tenía que ver a su mujer en una cama de hospital, poco a poco su corazón perdía la fe, las esperanzas de poder ser feliz junto a su familia se desvanecían.
Sentado en el sofá de aquel cuarto de hospital venían a su memoria los recuerdos del día.
*Flashback*
María había decidido visitar a Esteban, le parecia increíble extrañarlo tanto. Salió de la platería rumbo a la empresa, en todo el camino no podía borrar la sonrisa de oreja a oreja que llevaba, desde que se enteró que sería madre por primera vez no podía estar más feliz, así mismo le pasaba a Esteban, se sentía tan dichoso, sería padre y lo mejor que con la mujer de su vida.
Luego de unos minutos de camino María llegó a la empresa, apretó el botón del elevador segundos después este se abría.
-Señora María que alegria verla.-Lupita le sonreía.
-Lo mismo digo Lupita ¿Esteban está?
-Sí, adelante está solo.
-Gracias.-Se fue directo a tocar la puerta.
-Adelante.-Estaba concentrado en unos documentos.
-Hola mi amor.
Inmediatamente él al escuchar la dulce y suave voz de su esposa se levantó de su asiento sonriéndole encantadoramente.
-Qué bueno que vengas mi vida, ya te extrañaba.-le besó dulcemente los labios.
-Y nosotros a ti.-se abrazó a él.
-Estoy tan feliz María.-sonriendo y estrechandola fuertemente.
-¡Vamos a ser papás!
-Un bebé, tuyo y mío.
-Fruto de nuestro amor.
-Te amo.
-Y yo a ti, gracias por hacerme tan feliz Esteban.
-Gracias a ti, por estar a mi lado y por amarme tanto, por este nuevo bebé. Por todo mi amor.-bajo a su rostro para besarla, se besaban lento permitiéndose disfrutarse, poco a poco el beso se volvió apasionado se devoraban, ella abrió más su boca dándole paso a la inquieta lengua de él que exigía la suya. María se colgo del cuello masculino y él la atrajo más hacia su cuerpo tomándola por la cintura.
-¿Le pusiste pestillo a la puerta?-le preguntó él entre besos.
-Como siempre que vengo a verte.-correspondía a sus besos.
Él sin esperar más la levantó para llevarla al escritorio, la sentó allí y le abrió más las piernas para situarse entre ellas. Esteban fue bajando lentamente por su cuello depositando suaves besos, la ropa empezó a estorbarles querían sentirse piel con piel, acariciarse. María condujó su traviesa mano hasta la entrepierna de él que quería explotar, lo palmeó allí por encima de su bóxer y pudo comprobar lo duro que estaba, le ayudó a quitarse esa última prenda y lo envolvió con su mano acariciandolo de arriba abajo ya sin nada de por medio, él gemía levemente las delicadas manos de su mujer lo estaban torturando.
-Ah, María.-él detuvo su mano y capturo sus labios en un salvaje beso. Le quitó el sujetador y besó sus perfectos senos, le mordía un pezón mientras su mano envolvía perfectamente el otro, ahora era ella la que gemía complacida.
-Es-teban te necesito.
-¿Cómo mi amor?
-Dentro de mí, ya.-ella se incorporó para que él pudiera quitarle las braguitas de encaje que llevaba.
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Vuelve a mí.
FanfictionHan pasado 7 meses desde aquel accidente, meses de desesperación para él, era una tortura verla ahí tan indefensa en una cama de hospital, le dolia ver el bulto en su vientre, el fruto de su amor crecía sin los cariñitos de su mami pero aun así se s...