15 de agosto de 2010
El día en que Rose perdió a su padre el clima era perfecto.
La marea estaba baja, no había nubes en el cielo, podías verlo desde cualquier parte, era un alivio después de cuatro lagos días nublados, de hecho, California estaba mas linda que nunca. Era el clima perfecto para ir ala playa, nadar un poco, pasear a tu perro, salir a caminar o cualquier otra tonta excusa para salir a disfrutar del maravilloso tiempo.
Rose estaba sentada en la isla de la cocina tratando de dar su ultimo trago dde leche tibia sin que le produzca arcadas. Odiaba la leche, no podía creer que su madre la obligara a seguir tomándola después de todo este tiempo, doce largos años. A pesar que la cocina tenía un enorme ventanal, que daba al jardín trasero, que había decidido abrir a costa de que entre un poco de aire a la casa , era inevitable sentirse sofocada por el calor.
Su madre entro a la cocina, tenía un vestido gris de corte imperial que le llegaba a las rodillas, un cinturón rojo, tacones aguja y su cabello rubio cenizo recogido en un moño, nada fuera de lo común, el típico atuendo de su madre. Rose no entendía como era que su madre siempre se las arreglaba para lucir tan sofisticada y hermosa todo el tiempo, podría haber estado estar recién vistiendo ropa holgada nada favorecedora y aun así luciría como si se hubiera pasado una hora arreglándose.
Blair la saco de sus pensamientos al sentarse al frente suyo, en menos de diez minutos se había preparado una ensalada de frutas.
-¿Dormiste bien?- le pregunto su madre
-si... estuve algo ansiosa- dudo- no sé porqué
-No deberías estarlo- dijo firmemente su madre -hoy llegare un poco tarde de la oficina.
Su madre era diseñadora de ropa, era algo irónico considerando que Rose tomaba horas en conseguir lucir bien su atuendo.
Su padre apareció y se apoyó sobre el marco de la puerta de la cocina y observo a Blair con una mirada suspicaz. Lucia un traje gris, su caballo castaño estaba perfectamente peinado y no quedaba rastro de su barba recién afeitada . "Tiene que irse de nuevo" pensó Rose
-No puedo creer que incluso después de todo este tiempo puedas organizarte tan fácilmente- dijo sin poder evitar que una sonrisa se le dibuje en el rostro.
Rose notaba como su rostro siempre se llenaba de regocijo cada vez que veía a su madre. Su padre se acercó a ella y le dio un escaso beso en la frente, se dirigió a su madre a la cual abrazó y besó, no sin antes detenerse a admirarla por unos segundo.
-¿Te he dicho lo hermosa que te vez hoy?-
-Si, en realidad esta es la tercera- rió-
-Aun estoy aquí saben- les recordó Rose, empezándose a sentir algo incomoda. Ambos la miraron, como si acabaran de salir de su propia burbuja.
-Vamos Alec, no llegarás a tu vuelo- se mostro un poco preocupada
-Relájate, llegare a tiempo, e incluso te iré a dejar a tu oficina-trato de tranquilizar a su esposa
-Volveré en cinco días Rosie, cuando lo haga iremos a el parque de diversiones, al museo y a donde quiera antes de que se acabe el verano- prometió sin poder imaginarse lo que podría suceder.
Rose sonrió se paro se su asiento y fue a coger su mochila. Sus padres se adentraron en el auto después de dejar a cargo al ama de llaves hasta que alguno de ellos vuelva. Entro al auto y abrió su ventanilla. Era un alivio sentir la brisa en un día como este, a pesar de que solo vestida unos shorts y una camiseta blanca sin mangas, el interior del auto era asfixiante.
Estaba acostumbrada a que sus padres viajen continuamente, a pesar de eso nunca se perdieron ninguna se sus presentaciones de la escuela, no tenia idea de como lo hacían. Su padre era ingeniero minero, recibía un sueldo más que suficiente pero a costa de viajar cuando y a donde era requerido.
Rose había escuchado algunas conversaciones de sus padres, su padre disculpándose continuamente con su madre por tener que pasar tanto tiempo sin ella, nunca había escuchado a su madre quejarse o cuestionar sus viajes. Rose se preguntaba si ella amaría tanto a una persona para poder sobrellevar su continua falta, "debe ser bastante tedioso" pensó.
El auto se empezó a detener, en realidad el camino a casa de los St. Clair era corto, su casa se encontraba en la misma calle que la de ellos, si sus padres no la llevaban de camino ella podía fácilmente caminar hasta allí y no le tomaría mas de cinco minutos.
A diferencia del estilo mediterráneo de su casa, la casa de la extensa familia tenia un estilo victoriano. Era completamente blanca, contaba con tres pisos, un porche y un gran ventanal a casa lado de esta.
Se bajo del automóvil seguida por sus padres, su primer instinto fue correr a la puerta, por un segundo se olvido de la presencia de sus padres. Blair se acercó le dio un abrazo y un beso en la mejilla.
-Vendré a recogerte a las siete ¿de acuerdo?-
Asintió y la vio dirigirse de nuevo al auto. Alec se inclino y la abrazo por un rato, Rose tampoco quería decirle adiós, se aferró a él como tantas veces lo había hecho al despedirse.
-Te voy a extrañar- dijo ella en un susurro- te quiero- dijo aun mas bajo.
-Y yo a ti, cinco días pasaran volando te lo prometo- se separo de ella y entro en el auto acompañando a su esposa.
-Adiós- dijo Rose sacudiendo su mano
-Volveré pronto-dijo con su infaltable sonrisa en el rostro - oh, y mándale saludos a Julian de mi parte.
Esa fue la última vez que lo vió
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Lets not be just friends
RomanceSiempre ha existido Rose y Julian curiosamente mejores amigos desde que andaban en pañanles, todo el mundo sabia que pasaria algo más entre ellos,pero ninguno tiene la más minima intencion de cambiar esto... Hasta que empieza el último año de prepar...