CAPÍTULO 29

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Camila se miraba en el espejo de aquella habitación donde había hecho el amor con la mujer que amaba, sus manos temblaban ligeramente mientras se acomodaba el cuello de su blusa. Su mirada mostraba tristeza pero el recuerdo de la noche anterior la hizo sonreír. Cerró los ojos para acariciarse los labios con la yema de los dedos sintiendo aún el sabor dulce de su amada, suspiró profundamente abrazándose para suspirar, aquello dolía realmente dolía, quemaba lentamente el sólo dar por hecho que en unas horas Lauren se estaría casando con un hombre al que no amaba, que no le iba a pertenecer a ella sino a Luis Felipe. El sólo pensamiento le provoco un ardor en la garganta un nudo intenso que le costó respirar.

Se sujetó del mueble para inhalar profundamente, le había prometido a Lauren que sería fuerte que no se iba a quebrar que su amor iba a poder con todo, que estarían juntas, se miró por última vez en el espejo antes de colocarse la gabardina roja que cubría su conjunto elegante de blusa blanca con pantalón de vestir negro y zapatillas plateadas. Observó la cama que aún seguía destendida y los recuerdos invadieron su mente, se estremeció temblando ligeramente al recordar aquellas caricias y besos. Sacudió la cabeza para alejar aquellos pensamientos, tomó su bolso saliendo de la habitación.

La marcha nupcial se escuchaba en toda la catedral, las personas se levantaron de sus asientos para girar el rostro y ver hacía la puerta. Camila tenía el corazón latiendo tan fuerte que le provoco un ataque de tos por lo nerviosa que se encontraba, intento calmarse pero era imposible. Se mantuvo alado de Ana ella siempre había estado apoyándola en todo y esa no era la excepción. Camila observó a Lauren avanzar del brazo de un hombre que no conocía nunca lo había visto así que imagino que quizá se trataba de algún amigo o familiar de Luis Felipe pero no tenía tiempo para pensar en aquello, sólo se concentró en mirarla avanzar lentamente por aquella alfombra roja llena de pétalos blancos.

Se veía hermosa con aquel vestido entallado que marcaba perfectamente sus curvas, unos finos guantes cubrían parte de sus brazos y un ramo de rosas rojas se apreciaba resaltando con el tono blanco, se veía su semblante tenso aunque intentaba sonreír. Su cabello agarrado en una delicada coleta dejaba al descubierto unos pendientes que Camila le había regalado. Sus miradas chocaron provocando que sonrieran, por un momento creyeron que ambas se casarían pero no era así. Aquella sonrisa se borró cuando Luis Felipe extendió la mano para recibir a la chica, Camila bajó la mirada apretando los dientes nunca creyó que se encontraría en esa posición.

<< Existe algo que compartimos y nunca se irá de nosotras. Nuestro amor, el siempre estará en nuestros corazones, será la sangre que nos mantenga vivas, será los pulmones que nos de oxígeno. Yo existo porque tu existes>> Aquellas palabras vibraban en la mente de Camila mientras observaba como Luis Felipe le sujetaba la mano a Lauren.

Suspiró profundamente para calmarse tenía que estar bien, la ceremonia comenzó, el sacerdote empezó con una charla sobre el matrimonio mientras algunos niños jugaban en la parte trasera de la catedral, sus risas se escuchaban como eco por el recinto mientras que sus madres los regañaban. Camila escuchaba todo lo que pasaba a su alrededor menos lo que el sacerdote estaba diciendo.

Lauren sujetó sus manos respirando profundamente estaba muy nerviosa, le hubiera gustado que las cosas fueran diferentes que no estuviera engañando a Luis Felipe con aquella boda sólo porque sabía la verdad que estaba enfermo que en unos meses iba a morir que se casaba con él por agradecimiento y no por amor. Cerró los ojos recordando la noche anterior en que se entregó en cuerpo y alma a Camila, pero el pensamiento fue fugaz ya que estaba en su boda ante dios, debía mantener esos pensamientos alejados de ella para concentrarse en la ceremonia.

Suaves melodías cantadas por un grupo de chicos vestidos de blando en el fondo del lugar daban por anunciado que pasarían a la parte más importante de la ceremonia.

-Luis Felipe Santos, ¿Aceptas a Lauren Michelle Jauregui como tu esposa, para amarla y respetarla todos los días de tu vida, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?- Algunas mujeres ya estaban llorando ante aquella escena, Camila simplemente bajó la vista a sus pies para tragarse las lágrimas.

-Claro que acepto- dijo Luis Felipe completamente emocionado sujetando las manos de su contraría.

-Lauren Michelle Jauregui, ¿Aceptas a Luis Felipe Santos como tu esposo, para amarlo y respetarlo todos los días de tu vida, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?- Al escuchar las últimas palabras su corazón se estremeció, claro que sería hasta que la muerte los separe y eso pasaría en unos meses, sintió un vuelco en el corazón de sólo pensar aquello. Giró el rostro para ver a Camila, necesitaba verla antes de responder pero ella no tenía la vista hacía el frente, trago saliva pues el silenció comenzaba a parecer eterno y es que necesitaba ver aquellos ojos para sentirse valiente. De pronto Camila levantó la vista para ver a Lauren, hubo una conexión en las miradas, le dedicó una pequeña sonrisa que le indicaba que todo estaría bien, Lauren agradeció aquello. Sacó todo el oxígeno que tenía en los pulmones para responder.

-Sí, acepto-

TU MIRADA (ADAPTACIÓN CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora