Las Crónicas de Maggie Snape I: Visiones (Fred Weasley)

14. Merece tu verdad (parte 1)

Capítulo 14: Merece tu verdad (PARTE 1).

Tres días después, como lo habían arreglado, las dos Slytherins se encontraron con los dos Gryffindors a las orillas del Lago Negro.

— ¿No podías elegir un lugar más frío? —Fred comentó irónico a modo de saludo. Maggie se estaba preguntando lo mismo.

Y es que si bien el Lago Negro era un agradable lugar para pasar el rato, no en esta temporada de frío, donde la nieve les congelaba las túnicas y el lago se ocultaba bajo una fina capa de hielo, esperando a que algún torpe despistado cayera al pisarla.

— Por si no se han dado cuenta, es el único lugar de Hogwarts donde podemos hablar sin que nadie nos escuché —rebatió Artemisa. Ninguno de los tres pudo contradecirle, era cierto.

Artemisa sonrió triunfante, temblando un poco por el frío.

George, mientras tanto, se quitó su túnica y la colocó en el suelo, tomando asiento sobre esta. Y ante las miradas de los demás, habló:

— ¿Qué? Tienen que contarnos todo antes de poder ayudarles, y presiento que va para rato...

Maggie asintió, dándole la razón e imitó la acción del pelirrojo. Fred no tardó en seguirles, haciendo un pequeño fuego mágico solo para ellos cuatro, dejando solo a Artemisa parada.

— ¿Qué me miran? No pienso sentarme en el piso, mi túnica puede estropearse —objetó, cruzada de brazos.

Maggie rodó los ojos pero no dijo nada.

— Bueno...¿Por donde comienzo? —habló la pelirroja, intentando encontrar las palabras correctas. Los tres le prestaron atención, expectantes a sus palabras—. Todo comenzó el día que nos conocimos, Fred —miró al muchacho—. ¿Lo recuerdas? Tú y tu padre se atrasaron por que yo no conseguía una varita, y lo cierto es que al día de hoy aún no la consigo —confesó.

— Por eso te dicen squib... —murmuró George para sí, como si ahora todo encajara.

— ¿Y eso que tiene que ver con Dorothy?¿Por qué esto tiene que ver con nuestra ex-profesora, correcto? —preguntó Fred.

— Sí, tiene que ver con ella. Les cuento eso para que puedan comprender todo lo que ocurrió después, yo no encontré una varita y entonces Ollivanders me regaló un nuevo prototipo de varita que esta fabricando llamado Varita-Repuesto. Es para casos...Especiales como yo —murmuró con amargura—. En fin, cuando llegamos a Hogwarts a las pocas semanas, el día de las pruebas para los equipos de quidditch precisamente, yo tenía mi primera clase de vuelo y... —Fred la interrumpió.

— ¿No era que le tienes miedo a las alturas? —le preguntó extrañado.

Maggie pusó los ojos en blanco.

— Sí, Fred. No me interrumpas, estaba por decir eso —habló. Dejó pasar un momento de silencio para retomar la historia—. Bueno, como dijo Fred, aunque los tres ya lo saben, le temo a las alturas y entonces cuando me subí a la escoba y se elevó un poco me fui corriendo hacia el castillo y bueno... —se sonrojó—. Digamos que...

Maggie se quedó en silencio, muy sonrojada al recordar lo que había pasado.

— Digamos que... —la alentó a seguir la rubia.

Maggie suspiró, armándose de valor.

— Vomité en un salón en desuso —confesó. Las carcajadas de los tres no tardaron en llegar. Frunció el ceño—. ¡No se burlen, es completamente normal!

Artemisa se limpió las lágrimas de sus ojos, aún sonriendo.

— Lo siento... —se disculpó entre risitas.