Mors y Licorice (recreo parte 1)

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Nunca espero estar semejante posición con alguien, y menos que esa persona fuera aquel que le tenia tan confundido su corazón de demonio.  Estaba boca arriba, con licorice encima suyo, sus respiraciones chocaban sus cuerpos estaban separados por centímetros, por ello cuando mors dio vuelta su rostro a un lado por la vergüenza sintió un aliento del contrario en su nuca, cosa que le hizo temblar, estaba perdiendo las fuerzas ya que estaba levantado unos par de centímetros del piso, intentado no caer ya que no podía perder en ese agobiante juego.

Si, porque era un juego lamentablemente.

Hoy era el aniversario del dojo y gokuen había comenzado con una especie de festival de competencias. Era en parejas y ya iban en las semifinales. Licorice y mors habían derrotado a todos sus oponentes para llegar hasta ese lugar, al principio todo eran peleas, pero con cada paso que se acercaban a la final, los juegos iban dejando de ser serios. Por ejemplo ahora estaban jugando twister y a ello se debía que ambos estuvieran en tal semejante posición.
Habían quedado encima de colores desafortunados que hacían que su cuerpos se cruzaran de tal manera que la mitad del cuerpo de licorice quedara sobre la de mors . Pero ¿porque estaban compitiendo entre los dos? , pues la explicación era que gokuen había cambiado un poco el juego a conveniencia, haciendo que el conteo sean puntos, es decir; cada movimiento bien hecho en la alfombra era un punto.
Y a los chicos ya les quedaba solo un punto para alcanzar al primer lugar en el cual estaban heller y reina.

-pie derecho en el rojo! mors- exclamo gokuen sonriente.

Mors se puso muy nervioso ya que el rojo quedaba justo en el lado donde estaban los pies de licorice, para alcanzarlo debería pasar su pierna entre la entrepierna de el contrario. Estaba hecho un tomate ante la idea. Licorice se dio cuenta de eso y se extraño que no se moviera, lo atribuyo a que estaba indeciso de donde pisar. Por ello le alentó.

-esta bien mors, solo tienes que pasar una de tus piernas entre mis piernas y habremos alcanzado el primer lugar.
-no están fácil-reclamo mors rojo.
-solo hazlo, no te preocupes-le volvió a alentar el menor.
Mors dio un suspiro-aquí voy-advirtió.

Sin intentar despegar sus demás extremidades de los colores, coló su pierna entre las de licorice, al llegar a la parte de la rodilla sin querer chocó un poco con la masculinidad del contrario, provocando que este gimiera en su oído.

-lo siento!-exclamó mors todo rojo ya que el gemido había caído en su oído.
En ese momento pensó en que licorice tenía una bonita voz y que era más sensible de lo que pensaba.
-no, esta bien ahhh!-volvió a gemir licorice.
Lamentablemente la pierna de mors para acomodarse y que no perdieran el equilibrio debió quedarse muy pegada a su entrepierna y esta rozó varias veces esa zona en el proceso.
-lo siento! de verdad lo siento!-exclamó mors muy nervioso-¿estoy siendo muy brusco?

Licorice estaba muy rojo, la presión en su entrepierna era muy agradable, ya habían alcanzado a las chicas, por eso, con algo de malicia apego también su pierna a la entrepierna ajena y comenzó a rozarla un poco.

-licorice que haces!!!?-susurro mors quejándose de eso.
-¿que?-rio un poco con culpa licorice-solo me estoy acomodando.

Mors comenzó a temblar ante el roce, eso iba a terminar mal y lo peor es que estaban al frente de todos refregándose entre sí. Para el pobre chico con huesos en su cuerpo era muy vergonzoso. Por lo tanto, antes de que gokuen dijera el nuevo movimiento, mors perdió el equilibrio y cayó al suelo, así fue como se termino el juego.

El público alrededor el cual estaba muy hipnotizado por la escena entro en si después de un momento para aplaudir por el desempeño de  los jóvenes demonios. Entre el público se encontraban heller y reina, la primera estaba tomando fotos como loca con una cámara antigua y reina solo la veía con un gotita surcando su cabeza, la chica zorro se estaba preguntando cuál era la obsesión de heller de ver dos hombres tan cerca, sacó la conclusión que tal vez era un nuevo fetiche de la pelinegra.

Ferviente atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora