rompe ¡! jm + yg

˗ˏˋ única parte ˎˊ˗

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Park JiMin es un chico que posee un significativo tamaño de glúteos y muslos para causar varias rajaduras en algunas de sus prendas de vestir, como sus pantalones de vestir, jeans o shorts.

Para solucionar su problema intentó comprar prendas de un tamaño más superior al suyo, pero lo lucía demasiado largo por sus extremidades no tan largas, pero sí anchas, en simples palabras lo hacía ver como un viejo. Trató de conseguir a medidas de ancho grandes y que no le quede largo, pero no le convencía ninguno ya que eran todos horribles. También, intentó que una modista haga prendas a su medida y lucir bien, pero todas las que conseguía no lo hacían como él lo tenía en mente.

Él, constantemente, visita una tienda de ropa, su favorita; cuál vende prendas aesthetic, shorts con parches bordados (sus favoritos) y pantalones de un color no tan chillón ni tan oscuro, perfectos. Y cabe mencionar que esta tienda tiene una pequeña sección oscura en dónde compra sus favoritos pantalones para salir por la noche, y camisas al cuerpo.

Hoy le toca visitar al mencionado local, por vigesimoséptima vez causa de haberse flexionado de una manera simple, lo cual lo sorprendió; '' ¿Romperé casi de la nada mi short? ¿Tan grande tendré el orto?''. Hasta que realmente se planteó en dejar de hacer sentadillas para evitar que sus piernas se agrandaran más y más.

Rió de sí mismo por lo absurdo que es venir cada mes al local, y llegar hasta hacerte amigo de la chica que te venda las prendas de ropa. Sonrió antes de pasar por la puerta del local e imaginar la próxima conversación con la vendedora quejándose de lo muy poco que perdura las telas de hoy en día.

—Buenas noches. —saludó el chico del local durante miraba el ceño fruncido de Jimin al no ver a su amiga vendedora, solamente al chico amigo de la vendedora que con él también hablaba, pero no mucho al lado de la chica— Temo decirte que Roxy se tomó el día de hoy y la tengo que cubrir, puesto que no tendrás a tu vendedora favorita. —se anticipó.

—sonrió— No hoy problema en el que me atiendas tú, Yoongi.

Yoongi, el chico que casi no habla, hoy cubre a su amiga en aquel local.

Para el cliente que lo atendiera él no era un inconveniente alguno, es más, era mucho mejor. Dado que Jimin al pasar el tiempo en concurrir en aquel local constantemente, se ha fijado en el chico varias veces, ya que este último es encargado de la pequeña sección de prendas oscuras. En especial, en su atractiva forma de hablar y largos brazos, y ni hablar de sus manos.

Jimin inició a ver las prendas del local, caminando lentamente y observando lo que era de su interés. Mientras que sin darse cuenta, llamaba totalmente la atención de Yoongi, quién estaba sentado detrás del colorido y moderno mostrador fingiendo escribir en su celular para que el otro inesperadamente se de vuelta y se dé cuenta que lo está acosando con la mirada.

Para el chico actor con el celular detrás del mostrador es imposible no mirarlo dos veces, Jimin era demasiado lindo y tierno con sus manitos pequeñas para su edad junto con una camisa de mangas largas, o perfectos antebrazos cuando arremangaba su camisa fruto del continuo levantamiento de pesas. Sino, su pecho marcado o espalda, o cuando recién viene del gimnasio y cuenta sus experiencias a su amiga, lo mejor.

—¿Me lo puedo probar? —la voz de Jimin retiró abruptamente a Yoongi de su profunda mente que lo llevaba al cielo.

—Sí. —contestó cortante fingiendo indiferencia. Acto seguido, vio ingresar al probador y cerrar la puerta lentamente, así después soltar un suspiro pesado y dejar de fingir que no le prestaba atención— Uff... Debe ser ilegal estar tan bueno. —sonrió y pensó en gritarle para que lo escuchara desde el probador— ¡Espero que esta vez los shorts te duren!