Prólogo.

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En el principio, existía el bien y el mal.

A través de las dimensiones, a través de la vida misma, la bondad y la maldad siempre vivían en total equilibrio, satisfaciendo las necesidades de cada extremo que les pertenecía.

Dos varones inmortales fueron encomendados para proteger la cuarta dimensión, un pequeño atajo en el tiempo y el espacio en donde la armonía se necesitaba.
El bien; Larias, era un hombre pájaro celestial, quién cuidaba de las vidas y la salud de aquella dimensión, manteniendo estable la balanza.
Del otro lado, el mal; Heniw, un hombre demonio quien se ocupaba de que los seres que falleciesen en aquella dimensión, fueran directamente enviados a la siguiente, la quinta dimensión, encargándose día tras noche de esto.

Todo el mundo debe cansarse tarde o temprano de algo rutinario.

Heniw, celoso del trabajo de su hermano, intentó hablar con el supremasor de aquella dimensión, pidiéndole que quizá, por algún tiempo, él pudiera encargarse de las almas que llegaban a aquella dimensión, de la belleza y la naturaleza.
Se le fue negado inmediatamente, demostrándole que había sido creado sólo para destruir, no se podían invertir los papeles, no tenía escapatoria. . .
Por lo que él mismo se fugó y juró que no regresaría hasta que demostrara lo contrario.

En su fuga, Heniw intentaba conseguir y descifrar el poder de vida que tanto anhelaba, deseando poder tan siquiera crear un ser antes que destruirlo, pero sus intentos por años fueron en vano.
Iracundo y sumergido en su locura, Heniw logró hacer una mezcla de poderosos elementos, que eran capaces de destruir los recuerdos de un ser vivo, dejándolo indefenso y moldeable para sus propios planes.

Larias, quien se encargaba de la paz de Phenomenal, descubrió al primer ser afectado por Heniw.

Al principio creyó que era solo un habitante perdido entre los grandes bosques de Kioto, pero, al acercarse para investigar, el fenómeno atacó inmediatamente en contra, quien por acto reflejo, Larias se defendió golpeando el pecho del fenómeno, provocando que atravesara su “carne” viscosa y luego de unos segundos, explotara, dejando brea por doquier.

El ángel quedó en posición neutra después de aquel suceso, al menos hasta reaccionar completamente para salir corriendo hasta el poblado de Kioto.

Agor, el mejor amigo de Larias, fue el primero en quien supo de su extraño suceso, quien creó miles de teorías, además que ordenó inspeccionar el lugar en que sucedió.
Y asi, luego de algunos días del suceso, un aldeano de Kioto informó haber visto dos sujetos extraños y oscuros fuera de la ciudad, intentando desgarrar las rejas que rodeaban el límite de la ciudad.
Inmediatamente, las fronteras de Kioto se llenaron de investigadores y soldados, descubriendo a uno de los dos seres “misteriosos” que el aldeano había nombrado, quien fue capturado inmediatamente y llevado hacia Larias, éste intentó destruirlo tal y como antes había hecho con el anterior ser, pero esta vez no explotó al primer golpe, de hecho, el monstruo tomó la mano de Larias y abalanzó su cuerpo hacia la pared de aquella habitación.

Todos los presentes se sorprendieron e inclusos algunos huyeron del lugar.
Agor fue el único quien, con su espada de diamante, atravesó al ser mientras se encontraba recuperando su poder,  rasgando su piel y provocando que explotara tal y como el anterior ser que había destruido Larias, dejando todo el cuarto cubierto de brea.

La información de aquellas criaturas se fue expandiendo por todos los poblados, alertando a los aldeanos de aquellos seres; y aunque para unos les pareció una broma o algo extremo, fue para bien, pues pasados algunos días, cinco de estos seres entraron al poblado de Rena, destruyendo todo por donde pasaban.

Gonot y Fulus, soldados entrenados de otra dimensión, llegaron para luchar contra estos seres, y aunque lograron ganar, Fulus quedó con heridas graves de aquella pelea.

Después de varios sucesos como estos, Larias decidió tomar control de esta situación, enfrentándose a Heniw cara a cara, jurando que si no se detenía, se vería obligado a destruirlo, Heniw obviamente reaccionó, intentando de una vez por todas conseguir lo que tanto había querido, comenzando inmediatamente con una batalla dimensional.

En el último minuto, cuando todo parecía perdido para Heniw, Larias se mostró débil al intentar hablarle, y aprovechándolo, éste extrajo su alma y la devoró, dejando el cuerpo de su hermano completamente vacío, inservible.
Inmediatamente, al saber esto, la corte de supremacía le condenó, quitándole sus poderes y dejándole a solas con los problemas que había causado, en la intemperie, aún con sus ineficientes ganas de venganza.

Debido a esto, Heniw, con sus últimas fuerzas, extraídas del alma que le había arrebatado a Larias, logró abrir portales a otras dimensiones, atrapando y transformando a los seres indefensos en criaturas de la oscuridad par contraatacar al pueblo que le había dado la espalda.

Agor fue quién, al enterarse de esto, decidió tomar control de esta situación, y  formando una base militar que cuidaría las afueras del poblado de Kioto, reunió a varios potentes luchadores que lograran vencer a estas horribles bestias.

Luego de ello, se crearon más bases por los diferentes poblados para protegerlos y evitar que Heniw lograra sus oscuros deseos, reclutando a diferentes fenómenos tanto de aquella como de otras dimensiones para pelear contra estos seres a quienes nombraron Bresters.

Y así fue como, nuestra base más reconocida y el lugar en donde se desarrolla nuestra historia fue creado, miles de fenómenos son reclutado anualmente, informándoles de su necesidad en aquella dimensión y entrenándolos para intentar deshacerse de la mayor amenaza de toda la dimensión Ker.

Heniw.

Noches Fenomenales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora