Lost Stars ~ KTH

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4 de diciembre del 2014 Kim Seokjin se encontraba celebrando sus 22 años y su título de Abogado de la República de Corea, un logro tan significativo para el y su familia, por lo que merecía celebrarlo a lo más alto.

Él estaba recibiendo a su tía que vivía en Busan mientras la mayoría sus invitados estaban bailando o teniendo una conversación amena, Kim Namjoon se levantaba de su asiento para dirigirse a los presentes con unas palabras hacía el chico que estaban celebrando, aunque dudaba si era el lugar o el momento adecuado para hacerlo, pero no aguanta más así que suelta todo.

—Primero quiero agradecer a todos ustedes por venir a la fiesta de cumpleaños-graduación de Seokjin, el merece una fiesta a lo más grande pero saben lo cabezota que es con tener fiestas simples y perfectas con sus familiares— risas de algunos invitados —solo quiero decir algo antes de lo que realmente quiero decir, es que eres realmente increíble Hyung, eres inteligente, chistoso, amable, hogareño, humilde y con un inmenso corazón. En serio Hyung mereces esto y mucho más, por ser tú, por ser la persona que me apoya incondicionalmente en mi carrera musical, por ser la persona que me ha robado el corazón— murmuros, no porque Namjoon este declarando su amor por Seokjin eso la mayoría de las personas que están presentes lo saben, sino por lo que creen que va a proponer —,no sabes lo cálido que se siente mi corazón cada vez que hablas conmigo, las malditas mariposas que siento en el estómago cuando me abrazas o tomas mi mano, el temblor de mis piernas que tengo cada vez que ríes, porque sí, estoy enamorado de esa peculiar risa de parabrisas— más risas con suspiros incluidos —joder Seokjin me tienes tan loco para soltar lo que voy a decir a continuación, porque no es fácil sabes, son tantos años que he estado contigo guardándome este sentimiento, pensando que sólo eran hormonas de adolescentes que estaba confundiendo lo con amor de amigos, pero no, jamás lo fue así te he amado desde el primer día que te vi y se que tu también me amas de la misma manera que yo lo hago— en este punto ya hay lágrimas en los ojos de ambos chicos y de los familiares más cercanos de Seokjin —. Así que Hyung, delante de las personas que más quieres en esta vida, de tus padres, abuelos, tíos, Eunjin y amigos te pregunto: ¿Quieres ser mi pareja?

Seokjin se queda sin habla, con lágrimas en los ojos sin saber que decir, esa propuesta le cayó de sorpresa, el pensaba que Nam jamás le iba a proponer ser pareja, sabiendo lo tímido que es en ese tema.

—No quiero arruinar la propuesta pero si así es sólo para pedirle ser su pareja no me imagino cuando le pida matrimonio— murmura rodando los ojos y tomando del vino que tenía en sus manos.

—¡Kim Eunjin!— Exclama la madre de la mujer ya borracha —deja de arruinar este hermoso e importante momento,  deja de tomar.

Seokjin ignora a su hermana menor y se acerca al chico que espera una respuesta hace mas de unos minutos —N-nam...— acaricia el suave rostro del moreno —me haces tan jodidamente feliz— su voz suena ahogada y lo abraza rompiendo en llanto —claro que acepto mi Joonie.

Todos los invitados se levantaron aplaudiendo por la nueva pareja que acaban de formalizar, excepto por una chica que no es que no le alegre que su hermano al fin está con el nombre que ama, sino porque ella está pasando por una ruptura amorosa, por lo que el ambiente que hay ahora no es para nada de su agrado.

Ahora ella está tomando Vodka, cortesía de su buena amigo Min Yoongi —Eso, emborráchate más para así poner la fiesta más interesante —sonríe con malicia.

—¿Eres amigo o enemigo de Oppa?— Pregunta con cierto fastidio Eunjin poniendo el licor fuerte en su copa para ingerirlo, en este punto ya no le arde la garganta al pasar el licor por ella por las incontables veces que va tomando el líquido. 

—Amigo por supuesto— comenta —pero no me gusta ver este ambiente de amor y felicidad por todos lados— pone sus ojos en la recién pareja que están dando un par de besos de pico —¡míralos, no tienen vergüenza de estar besándose frente a su familia!— Siente arcadas al verlos.