-¿Y era correcto? ¿decirle a aquella chica las palabras que deberías sentir por ella, pero que te produce alguien más?-Rebeca la miró a los ojos, intentando darle una caricia a través de la pantalla que las dividía.
-No lo sé, supongo que no, pero ya lo hice. Belén es una chica maravillosa, jamás he dicho lo contrario...-Matilde titubeó. Quitando la vista de los ojos de Rebeca.-...pero mis palabras, mis sentimientos, todo lo que le he dicho a Bele en realidad, le pertenece a Ángela. Todas aquellas palabras, y todos aquellos apasionados versos de poeta del siglo 20 que tanto molestas en realidad son de ella, y siempre lo han sido.-Su voz se rompe levemente por lo que se calla unos segundos y vuelve a hablar.- Sólo que ella no los quiere, así que se los doy a Bele, porque ella los aprecia, y los ama de la manera que yo desearía que los amara Angie.