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-Yo la amaba. Así sin mentirte. No de la manera que la amaba al inicio, que era algo loco y desesperado, como si fuera mi oxigeno.-Matilde bajó el volumen, su madre podría escucharla en cualquier momento, y sería castigada.-La amo, pacientemente sabiendo que no obtendré nada de ella que no quiera darme, la amo como se ama la lluvia, esperándola pero sin enloquecer si no se presenta un día.

Matilde y otras farsas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora