Bueno mi apetito sexual ya era muy fuerte, pero con vídeos y masturbando me unas cuantas veces lo calmaba. No fue hasta cuando, de forma inesperada y inocente me entregue a un desconocido, que el deseo de sexo se descontrolo, no pudiendo saciar solo tocándome u viendo vídeos. Todo empezó con la aplicación tinder, si no es muy inocente de mi parte, chico que encontrara en esa red, seguro solo quería follar. Pero igual no estaba segura que si le gustaría a alguien, si era muy insegura y creía no tendría ningún macht. Pues claro de chica siempre me dijeron que era fea y gorda, aunque a pesar de eso siempre tuve algún enamorado, no fue hasta mi adolecencia que creí que era cierto. Pero contrario a lo que creí tuve muchos, entonces hable con muchos de ellos. Un día saliendo del trabajo, me llego un mensaje de un chico con el que hable mucho, me pedía mi numero y se lo pase. Seguimos la charla por unos días en whatsapp, hasta que quedamos de vernos. El dijo en un parque cerca de su casa, me mando la ubicación y entonces en la tarde luego del trabajo fui. Pero la ubicación que me mando era justo en su casa y el me estaba esperando en la puerta.
- hola que tal (lo salude con un beso en el cachete)
- pasa ( entro y yo detras de el ) ven vamos a mi cuarto, no ahí nadie en casa( cerro la puerta y me guio a su cuarto entonces en su cuarto me abrazo por la espalda, me di vuelta) -ponete cómoda (dijo mientras me beso)
Me aleje de la sorpresa
- que no ? (Me pregunto con una sonrisa), en forma de respuesta le bese. Me saco la mochila, me repitió que me ponga comoda. Me senté en su cama y se me tiro arriba me besaba desesperadamente seguro hacia mucho que no follaba. Luego me desvistió por completo, y el solo estaba sin su remera, me besaba la boca, los senos y luego se quedo en mi vagina la cual humedeció con su lengua y dilato con sus dedos. Me miraba desde el monte de venus solo sus ojos se veían y era como si buscar una señal de que si lo estaba haciendo bien. Me sentí torpe y solo tenia el pensamiento de no creer lo que estaba pasando y a la ves el placer me invadía. No creía que un chico como el quisiera follarme, pues creía que ni con un palo me tocaría un hombre.
Luego quería, satisfacerlo yo, hacerle sentir placer como el me hizo sentir a mi, lo desnude y observe su pene lo descubrí y jugué con el, luego lo lleve a la boca con asco, y me dio nauseas, pero igual quería chupar su polla como en los vídeos hacerlo venir. Dijo que quería que le hiciera una rusa y lo hice, luego el manejo todo hice cada cosa que el quiso me entregue, y quería ser su sumisa. Luego cuando entro en mi costo y dijo que era estrecha, quise decirle, pero de mi puta boca no salieron las palabras. En mi mente solo pensaba que no me creería que a mis 20 años, casi 21 el era el primero que entraba en mi. Cuando entro fue rudo y sus enbestidas, dolieron al principio, pero no lo culpo el no sabia que era mi primera vez. No conseguíamos la posición y siempre se le bajaba y tenia que levantarse lo con una mamada o una rusa. No me molestaba y lo entendía yo no estaba siendo muy cooperativa, con mis nerviosos y el no saber que hacer bien experimentando todo en el acto. Cuando encontramos la pose el, quiso parar, creo que hice alguna mueca o algo que le hizo pensar que me lastimaba. Y ahí note y el noto que sangraba, me pregunto si me había pasado antes y si me dolía, que si me había lastimado, a todo dije que no. Me llevo al baño a limpiarme y me preguntó si quería seguir, le conteste que lo que quiera el. Entonces seguimos hasta que no pude mas del dolor, cortamos y el no pudo acabar y yo no lo pude disfrutar tanto. Igual no lo cambio por nada, yo fui inocente creyendo que el se desharía de mi con cualquier excusa y ni un beso me daría. Si lo se la tipa con menos autoestima del mundo que se entrego a un desconocido, a lo que quiero decir que tuve suerte, por que pudo ser lo peor. Yo disfrute y me sentí bien con el y fue bueno el haber tenido esta experiencia con un desconocido, al menos para mi.
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No Soy Puta Soy Juana
RandomEs una historia narrada por una chica llamada Juana, que tuvo tantos hombres en su vida, al igual que un don Juan. Y no se apena por eso, para que sepan que las mujeres tenemos el mismo deseo carnal que el hombre. Y para que aquellas que tengan dese...