Caos, fuego, destrucción y muerte. Eso son los Onais. Largas sombras con deformes y grandes sonrisas y pequeños y circulares ojos blancos, eso es lo que queda de los seres humanos. Los Onais son una plaga brutal e incansable, nadie sabe cómo llegaron al mundo, lo que sí se sabe es que nadie los pudo parar, su avance fue tan rápido que las defensas del mundo fueron casi inexistente. La primera noticia de los Onais que dio la vuelta al mundo fue la de la desaparición de un equipo de las noticias rusas que se habían internado en la Siberia profunda para dar la noticia de un incendio en un zona boscosa, las llamadas de los jefes a los empleados, las llamadas de los familiares, las patrullas de reconocimiento del lugar, nada, ni rastro de las personas, ni de los animales, ni siquiera el rastro del supuesto incendio. Un misterio que fue dado en la televisión nacional rusa como una desaparición inexplicable masiva de personas. Más la verdad no tardó en aparecer una horda de sombras ataco coordinadamente, cual batallón del ejército, la frontera mongolo-rusa y chino-rusa, así como otra parte de la horda se abría paso hasta Novosibirsk, dirigiéndose a Kazakhstán. Un remanente ataco la capital rusa, que se defendió con fuerza, pero acabo por ceder. Rusia cayó en dos días, y el mundo no tardó en hacerle compañía. Las instituciones y organismos mundiales colapsaron con la misma velocidad que los organismos e instituciones locales, nada freno el avance inexorable de los Onais.
Nada... Salvo los Notkais. Los Notkais eran humanos que soportaban la corrupción de su cuerpo, que no se veían afectados por la maldad de los Onais, que en definitiva, seguían siendo humanos tras el paso de los Onais.
Ahí estuvo el primer y único fallo, por lo demás exitosa invasión, de los Onais.
Los Notkais no tardaron en entender que no toda la humanidad estaba pérdida, o eso creían. Un grupo numeroso de Notkais se enfrentó con toda la fuerzas de las que disponía contra la creciente pero temporalmente nueva agrupación de los Onais. La batalla fue brutal y encarnizada, los Onais se volatilizaban al ser destruidos y los Notkais fallecían al ser arponeado o desgarrados por los Onais. La sangre bañaba los pueblos, ciudades, ríos y campos donde las batallas tenían lugar. Esta conflictividad se extendió a lo largo del tiempo, cambiando el aspecto de la Tierra hasta límites insospechados y creando una nueva cultura combativa entre los Onais y los Notkais, creando una rivalidad que perduraría durante milenios.
Tras miles de años de batallas, guerras, caos, destrucción y odio, la población, tanto Onai como Notkai, se vio reducida a mínimos preocupantes, pero esta minimización de habitantes en la Tierra propicio que las encarnizadas batallas fueran mermando en intensidad y frecuencia.
La relación entre los Onais y los Notkais pasaron de beligerancia extrema a diplomacia tensa, pasando por la división del mundo en dos. Más debido a la incuestionable superioridad numérica de los Onais, los Notkais aceptaron, aunque a regañadientes, la creación de pequeñas reservas conectadas entre sí. La humanidad conservo algunos bastiones del pasado como Shanghái, Nueva York, Kyoto, Roma, Miami y alguna ciudad más.
Y es, en este ambiente de calma, que tres figuras sobresalen en esta historia.
La primera es Matunki, una joven humana que huyendo de los Onais se refugió en lo más profundo de los Everglades, salvándose, de milagro, de la batida que por allí hicieron los Onais.
El segundo es Gärateb, el protagonista de la presente historia, un joven humano que nació con lo que se conoce como Notkai, la habilidad de la inmunidad a la corrupción de los Onais.
Y el tercero es... Okn 98125, un Onai idealista y que odia pertenecer a una raza invasora que diezmó a los Terranos (traducción libre del término que utilizan los Onais para referirse a los humanos supervivientes a la invasión y al periodo de guerras).
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Gärateb, cazador de Onais
ParanormalEsta historia cuenta como fueron los últimos minutos de nuestro mundo, tal cual lo conocemos, y de como cambio de una manera tan drástica, que ya nada es lo que fue antaño. Tres seres son los héroes de esta historia que cuentan el súbito final de...