-Es tan raro hablar con ella, es como si fuera una desconocida para mí, me habla raro y no me da ni un cariñito. Yo me siento extraña, creo que ya no soy suya y ella tampoco mía, pero no me quiere dejar ir, no me quiere soltar y en realidad yo tampoco.
Es algo extraño de describir porque he intentado dejarla y algo me ata a ella, no sé qué es, tal vez el querer luchar por algo que se ha esfumado, considero que a pesar de todo o cualquier cosa, ella necesita amor, mucho amor porque todo el tiempo anda armada, su corazón parece una roca pero en el fondo sé que es de carne, yo tengo mucho amor para darle y quisiera que obtuviera lo mejor de mí, pero siento que las cosas han tomado un giro inesperado.
Ella ha hecho que sueñe con cosas que creía inalcanzables de imaginar con alguien, ella ha llegado para despertarme mil sensaciones pero la forma en que nos conocimos no fue la adecuada y considero que eso trazo una línea divisoria entre nuestros sentimientos.
Yo no sé el motivo que ella tenga para no soltarme, pero a veces siento que es el mismo de sentirse amada por otra persona, porque a pesar de las peleas y la distancia, yo estoy siempre firme demostrándole lo bella o linda que es, lo que es capaz de lograr y lo que debe de mejorar, porque recordemos que el amor es una construcción, donde ambas personas colocan su granito de arena, yo siempre he deseado lo mejor para ella porque considero que es un gran ser, a pesar de que la vida la haya golpeado fuerte.
Yo no sé cuánto tiempo más este en sus días, yo quisiera que fuera cada mañana, pero la circunstancias ameritan otras cosas, solo debo esperar pacientemente para que todo tome el rumbo que debe ser, lo único que tengo claro es que ella ha marcado una historia en mi ser y de ella no me olvidaré-
