Pasado en común: Cristian y Anastasia

Capitulo 6

POV CHRISTIAN

-me iré a duchar. Hace un calor de los mil demonios en este lugar- digo y Ray se ríe. Hace dos días que ocurrió el desmayo de Anastasia y las cosas han estado tranquilas por ahora. Cada uno por su lado está trabajando pero, por mi parte no he podido hacer nada. Tengo buena resistencia con los ejercicios pero, este calor, me está comenzando a sofocar.

-es normal, hijo. El calor en las excavaciones siempre termina poniendo en aprieto al equipo. Por eso, sino te has dado cuenta, al lado de cada excavación hay un bidón grande con agua- digo y asiento de mala gana.

-me iré a bañar. Quiero ver si así, se me baja un poco el calor que tengo- digo y el asiente. Está trabajando con Frank. Están moviendo unas cajas que Anastasia necesita.

Hablando de la reina de roma, ¿Dónde está esa mujer? Hace unos minutos estaba trabajando en uno de los puntos de excavación y ahora no la encuentro por ningún lado. Me gustaría saber qué es lo que hace cuando nadie la está mirando.

Llego a los improvisados baños que hay y me rio cuando los veo. No se parecen en nada a los que hay en mi casa. Estoy acostumbrado a las baldosas blancas y tener todo al alcance de mi mano. Quizás estoy dejando muchas cosas de lado por un sueño. Quizás haya apostado demasiado a todo esto.

Estiro una mano para abrir una de las puertas y me detengo cuando escucho a alguien a cantar. Es una voz dulce pero con carácter. Aun no comprendo que alguien en este lugar pueda tener esa voz. Suena como la voz de una mujer y que yo sepa, solo hay una mujer en este lugar y es la hija de Ray.

Es explicaría que no estuviera en ningún lado.

Yo no sabía que con un beso... Se podría parar el tiempo y lo aprendí de ti... Ni que con solo una mirada... Dominaras cada espacio que hay dentro de mí... Tampoco sabía que podía amarte tanto... Hasta entregarme y ser presa de tus labios... Descubrí que sí... Porque lo aprendí de ti...

No sabía que le gustaban ese tipo de canciones. Supongo que no soy bueno leyendo a las personas. Se me hace fácil tomar decisiones que pueden afectar a mis más de veinte mil empleados pero, no puedo leer a una simple mujer.

No es una simple mujer cuando la miras detenidamente. Tiene carácter, es dulce y atractiva. Tiene un cuerpo, que con cualquier vestido, sería la envidia de muchas y la perdición de muchos. No comprendo cómo alguien puede ser tan contradictorio. Es como en ella se presentaran 2 mujeres, toralmente opuestas.

Y te gusta. Dice mi subconsciente. Niego con la cabeza. Lo que dice mi subconsciente debe de ser un error. No me gusta. Eso es imposible. Aun enojado con mis propios pensamientos, abro una de las puertas y me congelo. Sin querer he abierto el baño donde esta anastasia. No está desnuda pero, lo que deja ver con ese bikini, no hace mucha diferencia, si lo estuviera.

Y ahora que por fin te he logrado olvidar... Hoy me vienes a buscar... Pero es muy tarde ya... Me he enamorado de alguien más...

Sigue cantando. No entiendo por esta cantando esa letra. Ella nunca ha sufrido por amor. Cuando deja de cantar y pasa a tararear. Sonrió. Es como una niña pequeña cuando se trata de cantar.

-¡Ah! ¿Qué está haciendo aquí?- dice y miro que Ana me está mirando con el ceño fruncido. Ahora que me está mirando de frente, puedo verla bien. Tiene tetas medianas que para el tamaño de su cuerpo están bien. Tiene caderas notorias y si no me equivoco, un trasero voluptuoso.

-quería bañarme. No sabía cuál estaba ocupado- digo. Cierro la puerta y entro al que está al lado. Ella me fulmina con la mirada. Sonrió cuando me doy cuenta que las divisiones, por dentro, son más bajas que afuera. Puedo verla y veo que esta sonrojado.