En la parada de autobús

Capítulo I

Me encontraba en el autobús sentada, distraída observando la calle por la ventanilla mientras sonaba la  canción de Rihanna- Love on the brain en mis auriculares.

Logre divisar mi parada a unos cuantos metros del autobús, me levanté y camine con cuidado, tomando el tubo para no caerme al parar. Finalmente el camión se detuvo y baje con precaución ya que suelo ser algo torpe, camine tranquila hasta que pegue un grito ahogado al tropezar con algo -Mierda.-susurre en lo bajó. Mire hacía la persona responsable de mi caída y ahí estaba él, tendiendome la mano para levantarme. Sentí un calor inmenso recorrer todo mi cuerpo de la vergüenza "NO TE PASES, ¡QUE BRUTA! eso me pasa por distraida".

- ¡Ay! como lo siento...- susurre apenada.- iba un poco distraida.

-No hay problema.- respondió mostrando una sonrisa nerviosa.

Nos miramos un poco más, hasta que decidí romper ese silencio incómodo que comenzaba a formarse entre nosotros.

-Bueno...eh...ahí viene mi autobus.-le dije nerviosa."No quisiera irme por que ¡Dios Mio! Eres super guapo ¡quisiera casarme contigo ahora mismo!" Pensé mientras lo miraba, rayos que sucede conmigo.- supongo que es un ¿Adiós?.

-Creo que no- sonrió de lado, ¿Cómo de que no? ¿A qué se refiere con eso?- Aún no.

Y al decir eso subió al autobús y yo detrás de él.

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Después de subir tome asiento dos lugares delante de él, aún sentía algo de vergüenza por haberme tropezado con su pie "No pude haber sido más tonta". Mire hacía atrás y el estaba observandome, rápidamente volví mi vista al frente y note mis mejillas levemente rosadas en el reflejo de la ventanilla. Nunca me había pasado nada igual, pero este chico hacia que me dieran toques de electricidad por todo mi cuerpo.

Faltaba poco para bajarme podría aguantar un poco más.

Me levanté al ver mi parada y camine hacia la salida intentando evitar que nuestras miradas choquen, pero inconscientemente mis ojos viajaron directo a su lugar pero vaya sorpresa se llevaron, el chico ya no se encontraba ahí. No se en que momento bajo, pero sin duda sentí un pequeño alivio al librarme de su mirada.

Mi casa no queda lejos de donde me bajo, sólo hay que caminar hacia el lado izquierdo, doblar una esquina, seguir derecho hasta llegar a un montón de casas iguales hasta encontrar la correcta, lo se suena revoltoso pero desde mi perspectiva es facil llegar.
Entre a mi casa y ahí estaba, mi hermoso bebé, Cooper, un lindisimo pastor ingles.
-Hola bonito, ¿que hay de nuevo?.- acaricie su frondoso cabello, ladeo su cabeza mirando hacia su plato de alimento.- ¿Tienes hambre?, vamos.
Serví su comida y me fui a la cocina, ahí se encontraba mi madre preparando la comida y mis 2 pequeños hermanos.

- Hola mamá, ya llegue.-le di un tierno beso a mi madre en la mejilla y acaricie su barriga que apenas comenzaba a tomar forma.

- ¿Cómo están pequeños?.- les pregunte, camine hacia mis hermanos que me dedicaron una gran sonrisa y revolvi su cabello con mi mano.

-Bien hermanita.- respondieron al unisono, se miraron sorprendidos y soltaron una carcajada, sin duda tienen lo gemelo en la sangre.

Subi a mi habitacion y me lancé a la cama, suspire cansada, después de lo que había pasado iba a ser difícil olvidarlo.

Levanté la cabeza alarmada al oir el grito de mi mamá llamandome a comer, salí de mi habitacion y fui directo a la cocina. Al entrar vi que ya había llegado mi papá y todos estaban sentados en la mesa. Tome asiento y todos comimos tranquilos haciendo una que otra broma o hablando de algún tema de interes. Después de comer subí a mi habitacion, no me di cuenta cuando caí en los brazos de Morfeo.

Abrí los ojos asustada al sentir que alguien me hablaba en la oreja, era Carlee mi mejor amiga, la cual estaba un poco loca. Desde pequeñas nos conocimos, cuando entramos a preescolar, ahí también conocí a mi mejor amigo Zack , los tres juntos somos un peligro para la sociedad pero a nadie le importa eso, hasta entonces seguimos estudiando juntos y hay mucha confianza entre nosotros mi casa es su casa al igual que la de ellos para mi, ya saben.

- Hola bella duermiente, me alegro que despertaras tengo 20 min que llegue.- me mira sonriente, y a esta que mosco le pico.

- ¿Por que esa cara?, la que debería tenerla soy yo, no sabes que me...- No pude terminar la frase por que ya me estaba contando lo que le había ocurrido.

- Volví de la escuela y estaba aburrida en casa con hambre así que decidí salir a Franchesco's Pizza...- siguió contando una larga historia la cual nadie sabe cuando llegará su final, así es ella, te dice todo y cada uno de los detalles ocurridos dejando el punto hasta el final.

-Carlee, ve al grano.- dije desde el baño, hacia rato que me había levantado a asiarme un poco la cara.

Salí del baño y Carlee estaba recostada sobre la cama haciendo una pose "sexy" aunque parecia mas una oruga retorcida, suspiró aliviada, ¿Cuanto tiempo habrá tardado esperando a que saliera del baño con esa extraña pose? Nadie lo sabe.
- Bueno el chiste es que me encontré en las Pizzas a Jason el chico lindo del que te hablé, el que está en clases de literatura conmigo y...- alargó la "y" más de lo deseado.- me invito a salir.- grito emocionada, me acerqué a ella y la abracé, nos recostamos en la cama.

-¿Cuando?
- Mañana.- la mire curiosa.
- ¿Y bien?, ¿que te vas a poner?.- dije observando como iba directo a mi vestidor.
- Es por eso que estoy aquí.

Tiempo después de que Carlee se fue termine algunos trabajos pendientes para mañana y baje a cenar.

....

Baje de el autobús y ahí estaba él, observando cada movimiento que hacía, sonrió y se acercó lentamente hasta cierto punto que nuestras respiraciones se juntaron.

- Hola.- dicho esto terminó la poca separación que nos quedaba.

HOLA!!

He aquí el primer capítulo.
Tengo que aclarar que si eres nuevo por aquí está historia es reescrita ya que la pasada NO me termina de gustar en nada, así que decidí eliminarla y volver a escribirla, espero hacerlo bien ahora si.

Gracias por comenzar este nuevo ciclo conmigo... Sin más que decir me despido

Mariana ♡