Crossed•Dreams ↪ Chanbaek.

| Agradable.

- Hey, BaekHyun, despierta que ya es muy tarde. - El más alto se encontraba a un lado del otro chico, picando su brazo y llamandole para que este se levantara. -

- ...

- Sé que estás despierto, es hora de que te levantes, ya es muy tarde para mí gusto.

El más pequeño miró su relój, gruñendo ante las peticiones por parte del que yacía a su derecha.

- Son las siete de la mañana, por favor, sólo un rato más..

- ¿Acaso te parece que éstas son horas para andar durmiendo?

Sinceramente no estaba con las ganas de discutir con el más alto, menos si le sumamos que eran las siete de la mañana.

No le quedó más opción que levantarse, sintiendo su cuerpo algo pesado y a la vez congelado por el frío que raramente hacía. No iba a mentir, estaba más que acostumbrado a despertar a esas horas, después de todo estudiaba en el turno vespertino. Realmente lo que le molestaba, además de claramente no tener ni maldita idea de dónde estaba,era encontrarse con un rostro desconocido que le exigía sin tener alguna pizca de comprensión por él o por su situación.

Pasó al rededor una hora aproximadamente desde que se paró de la cama, o tabla con patas según la había catalogado él, debido a que su espalda ciertamente había sufrido las consecuencias de no disfrutar de una cama matrimonial.

En todo ese tiempo, ChanYeol le había enseñado algunas cosas acerca del lugar. No habían muchos detalles, sólo se había limitado a contarle la clase de actitud que debía portar delante de ciertas personas o situaciones que pudieran pasar en un futuro. En el fondo, dudó, no sabía con certeza si podía confiar en el otro, era cierto que sólo con su precencia se sentía cómodo, mas nunca podía confiarse del todo, no quería tentar a la suerte y que el más alto lo apuñalara por la espalda, pero tampoco quería que su vida acabara en una semana, por lo que decidió seguir sus indicaciones, simplemente asentía a cada palabra que el otro expresaba.

- Son pautas muy sencillas, y supongo que por tu bien, querrás seguirlas al pie de la letra.

- Seguro, no es que ame obedecer órdenes de desconocidos, pero es preferible a meterme en donde no debo. - Dejó salir un breve suspiro de sus labios, a su vez llevándose las manos por sobre su cabello despeinando éste. -

-Antes de seguir ninguna órden que pueda salvar tu vida, ve a asearte un poco, tienes unas pintas que asustan. - No pudo evitar esbozar una sonrisa debido a la expresión de preocupación del otro. Aunque este no la notara. -

- ¿Tú crees que me veo muy mal? ¿Mí cara cómo está? - Caminó a toda prisa hasta el baño, aquella habitación de cuatro paredes sumamente pequeñas. -

Porque sí, podía estár secuestrado, muriendo de frío en un bosque o incluso en el medio del desierto; pero para BaekHyun su imágen y verse bien era toda una prioridad en él.

Lo habían educado así y era algo que a éstas alturas no le molestaba cambiar.

El horror se vio reflejado en sus ojos al notar frente al espejo, que tanto su cabello como su cara eran un desastre. No se había despertado así desde que salió una noche con Kyungsoo a un bar y despertaron ambos abrazados cabe resaltar.
Pero el problema mayor, lo peor que pudo haber pasado y que casi lo hace saltar por la ventana fue que, su delineado tan hermoso y derecho, se escurría por encima de la ceja y tenía residúos por partes de su rostro, como su mejilla por ejemplo. Todo esto lo atribuía a la maldita tabla con patas y lo incómodo que pasó la noche.

- ¿Ya terminaste, Blancanieves? ¿Decepcionado del espejito mágico? - El más alto ahora se hallaba apoyado en el marco de la puerta, a escasos centímetros del de pequeña estatura. -