Capítulo 2: Más de un monosílabo.Zachary.
« Nada tan humillante como ser una Cluff. Me pregunto qué se sentirá tener una vida tan miserable. »
— No entiendo tu sobreprotección hacia mi, Zach. Ya no soy la pequeña niña que debías proteger todo el tiempo; te amo.. Y aprecio todo lo que hiciste luego del accidente pero aún así debes bajarle a tu vigilancia.Eve no paraba de parlotear mientras intento terminar el capítulo de mi libro pero resulta que no he pasado del mismo párrafo desde que entró toda chillona advirtiendo que iría a la fiesta de esta noche. Tener una hermana no es fácil, en especial cuando has tenido que guiarla por el buen sendero luego de la tragedia por la que tuvimos que pasar.
En las fiestas universitarias nada puedes darlo por sentado cuando hay bebidas, culos jugosos, tetas grandes y un condón. Eve es, aunque intente ser ruda, una niña que no sabe manejarse en el mundo del sexo como tal vez lo haría Izzy, sencillamente no sabría como decirle a un hombre que no quiere nada y no me daré el lujo de descubrirlo.
— No cambiaré de opinión, ahora déjame terminar el capítulo antes de ir a la fiesta, ¿quieres?—. Cierro el libro porque sé que ya no podré aunque quiera.
— Estoy en segundo año y lo haré—. Se cruza de brazos plantándose frente a mi.
» No esperes que cambie de opinión, sabes a la perfección que cuando una idea se apodera de mi nada hace que me detenga hasta conseguirlo así que vete acostumbrando a verme por allá; además, tú vas cada que quieres porque todas las zorras te invitan, técnicamente se mueren por tu carne.
Me levanto de la cama en busca de mis zapatos. Eve tiene razón, voy a todas las fiestas por el simple hecho de que sea como sea no dejan de ser divertidas. Sí, las chicas me invitan pero no asisto por ellas ni porque me lo hayan pedido sino por disfrutar un poco fuera del estrés que asume estudiar, además de las clases extracurriculares. Es una vía de escape en la cual no tomo alcohol por respeto a mi amigo Josh.
— ¿Y eso qué?—. La encamino hasta la puerta al terminar de amarrar mis cordones.
— No quiero de dejes de verla por mi, al contrario, me alegra que lo hagas porque es tu forma de demostrarme que me quieres; solo tienes que apartarte un poco, dejar que cometa mis propios errores. Papá lo querría de ese modo.
Culmina su conmovedor discurso con una mirada de cordero que sabe no puedo negar. No quiero escuchar nada relacionado con papá y su repentina partida luego de tantos años junto a mamá, aún desconozco el porqué de su rápida decisión y lo único que dejó fue una nota y a Eve en el vientre de mamá. Sería más satisfactorio saber que anda vagando por el mundo junto a una exuberante mujer, que saber que no volverá por medidas más drásticas.
— Es irrelevante lo que papá quiera en este momento—. Dije tajante.
Entramos a la cafetería y espero en la fila por mi almuerzo. A difetecia de los demás intengrantes del equipo termino por hacerlo ya que ellos creen que al estar en el equipo pueden andar por ahí pretendido que tienen a todos en un bolsillo. Nos encasillan a todos por la acción de unos cuantos como por ejemplo el idiota de Sean.
Volteo a ver y Eve ya está en nuestra mesa con los chicos así que me volteo y es entonces cuando algo llama mi atención: Skyler o como suelo llamarla, Caramelo. Todos los chicos, incluida ella, creen que es por haber recibido para San Valentín un único caramelo por parte de ella pero la verdad no tiene nada que ver.
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CLUFF
RomanceSkyler Dallen no es el estereotipo de la chica delgada y sexy que camina por los pasillos del instituto, sin embargo, forma parte del grupo de los populares. Pero esto no quiere decir que sea la tímida, la mala o la falsa. Ella pensaba que no podía...