Smell of Roses

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La primera vez que le había visto había parecido tan irreal como cierta.

La biblioteca de la universidad a la que asistía era increíblemente enorme, y lucía estar sacada de un cuento de hadas, ya que era tan inmenso el recinto que muy fácilmente podías perderte entre tantos libros... y ese fue el caso de Minseok, un estudiante de Leyes que recién comenzaba su año en aquella institución; cómo hubiese deseado no haberse cambiado de universidad... pero ya no podía hacer nada al respecto, sólo el seguir sus estudios como cualquier persona normal.

Como todos los recién egresados a la institución, el chico de cabellos color café se perdió entre tantos libreros que la biblioteca poseía, simulando a un gran laberinto con espacios muy pequeños por donde escabullirse; esas eran las consecuencias de haberse dejado llevar por la emoción de ver tantos libros en un solo lugar. Ahora se encontraba buscando el modo de poder salir de allí, no obstante, parecía que por más que quisiera salir de ahí las paredes se encargaban de devolverlo al enredo en el que se había visto metido.

Cuando sus esperanzas de salir habían cedido de su mente, una linda voz fue la que le guio hasta la salida. Fue ahí la primera vez que lo conoció.

—¿Puedes oírme? —Preguntó una voz desde la lejanía, una tierna y dulce voz—. Intenta seguir mi voz, claro, si es que quieres salir de ahí.

Minseok se mostró curioso ante el instintivo interés que el chico había mostrado en su tono de voz.

—Ve a la derecha —dijo de nuevo la voz—, por lo general la salida siempre es dando vueltas a la derecha, pero si quieres tardarte más conozco el modo de hacerlo.

Minseok siguió la voz del chico desconocido, viendo de inmediato que ir a la derecha había resultado como el contrario había predicho. Muy pronto Minseok se vio libre de aquella prisión del pensamiento, admirando por primera vez el dueño de aquella voz angelical que le había ayudado. En la carita bonita del muchacho rubio se había instalado una radiante y dulce sonrisa, la cual deslumbró los adentros de Minseok como si fuese un pequeño rayo de sol brillante.

—Gracias por... ayudarme. —No quería admitirlo, mas no podía negar que el rubio se veía espectacular, con aquellos ojitos avellana que irradiaban inocencia y aquella naricita respingada que combinaba muy perfectamente con su rostro simétrico.

—No hay de qué. —Sonrió de nuevo. Su inocencia cubría cada espacio de su existencia.

El ambiente se había hundido en un sopor de incomodidad, o al menos para Minseok, quien no sabía qué hacer o decir a partir de ese momento, lo único que podía percibir era que el chico frente a él tenía un agradable olor a rosas, el cual parecía no disiparse en ningún instante. El castaño inhaló profundo, pero disimuladamente, sintiendo el aroma del contrario haciéndole cosquillas en la nariz.

—Mi nombre es Baekhyun, Byun Baekhyun. —Se presentó el chico rubio, extendiendo una de sus manos hacia el aludido.

—Minseok, Kim Minseok. —Se presentó él también, sintiendo que el aroma que emanaba el tal Baekhyun le embriagaba de una manera extrema.

—Eres nuevo. —Era una afirmación, no una pregunta. Minseok asintió, no sabiendo muy bien qué hacer—. No pensé que fueras tan atractivo.

Bien, eso sí que no se lo había esperado, no obstante, no podía reclamar, ya que aquel chico se había convertido en su amor platónico desde el instante en el que lo había visto. Se sentía afortunado de recibir halagos de aquella preciosa criatura.

—G...gracias —dijo avergonzado. Baekhyun mantuvo su adorable sonrisa sobre sus labios.

—¿Qué estudias? —Curioseó el rubio, el cual parecía ser más alto que Minseok por uno o dos centímetros.

Smell of Roses || XiuBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora