XVIII

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Sheilak POV:
Me costaba ver como mi casa ardía en llamas. No entendía a mi padre. Lo único que me quería hacer es llorar.
-Sheilak ya está...será mejor que nos vayamos, no quiero verte sufrir más -me dijo Obi.
-Vámonos...no quiero hacerme más daño a mi misma- me separé de él- superé lo que me hizo mi padre hace muchos años. Sería un error volver a pensar en todo ello.
Nos pusimos a caminar hacia la speeder y notamos una presencia extraña. Nos giramos, sacamos los sables y vi algo que jamas me había imaginado. El espíritu de mi padre.
-Hija, perdóname. No sabía lo que estaba haciendo estos años.
-Me estoy volviendo loca...no puedes ser un espíritu. Solo los Jedi pueden hacerlo.
-Sheilak yo también lo veo, no estás loca.
-¿Como puede ser posible? -le pregunte a mi padre.
-Antes de conocer a tu madre era un Jedi. Conseguí convertirme en caballero Jedi. Hacia misiones para la Resistencia y cuando llegue a Ciudad Nube, conocí a tu madre. Me enamore de ella que hizo que dejara el camino Jedi. Pero al morir, me sentía culpable por su muerte y te culpe a ti. En vez de refugiarme en la fuerza, lo hice en el alcohol. Yo fui quien aviso al maestro Luke para que te acogiera, sentía que el poder que tienes, serviría de ayuda para la Resistencia y el nuevo origen de la República.
Os hice mucho daño a tus hermanos y a ti.
Se que me pase, pero solo quería de que huyerais de mi. Todo el mundo que estaba cerca de mi había muerto. Primero fue mis compañeros, después mi maestro...y luego mi mujer. No quería que os pasara nada a vosotros.
-¿Por que nos dijiste que eras un Jedi?, ¿mamá lo sabía? -le pregunte.
-Ella lo sabía, pero me prometio que no dijera nada. Quería protegeros. Ahora debo de irme, no tengo más fuerzas para seguir aquí. Siempre te estaré protegiendo Sheilak.
Mi padre desapareció.
Me quede un rato mirando a la nada. Mi padre había sido un Jedi.
-Al final mi padre no era tan malo.
-Fue un muy duro y creo que se pasó, pero lo hizo por tu bien. -dijo Obi.
-Eso parece...bueno tenemos que irnos hacia el bosque Flowqs.
-Vale, pero ahora conducirte yo.
-Si quieres a la vuelta, tenemos que pasar detrás de la casa. Vamos a aparcar en un sitio para que no a vean y nos adentraemos.

Dejé la speeder escondida entre unos arbustos y le dije a Obi que me siguiera con la mano a través de unos árboles. Al pasar ya estábamos dentro del bosque.
-Es precioso, se siente uno más relajado.
-Si -dije secamente.
No me apetecía hablar mucho, solo tenía ganas de encerrarme en mi habitación y llorar.
-Sheilak se que no estás bien -me dijo Obi.
-Estoy bien -mentí- solo es que tengo ganas de acabar aquí y volver a la base.
Obi me alcanzó y me agarró el brazo. Esta vez no se lo impedí y me dejé llevar a él.
Me abrazo y lo único que pude hacer es llorar de nuevo.
-Llora lo que necesites, no te lo guardes -me dijo con un tono suave de voz.
-Es que es que...no me puedo creer...lo de mi padre...el...el...era...un Jedi. No se porque me hizo...tanto daño -le dije llorando.
-Puede ser que lo hizo porque no sabía otro modo. Tu sabes mejor que nadie que al peder a alguien que quieres. Tu padre perdió a la mujer que más amo y seguramente se sintió culpable de que ella muriera.
-Tantos años odiándole y ahora no he podido despedirme de él. No le he podido perdonar -dije mientras lloraba más.
-Hay una manera de que puedas perdonar a tu padre, cuando era pequeño lo hacía cuando tuve que despedir a mis padres.
-¿Cual? -le pregunte mientras me separaba un poco y Obi me quitaba las lágrimas.
-En una nota escribes lo que siente por esa persona que no está y se las envía en un globo de cantoya. Cuando volvamos a la cuidad lo compraremos y los haremos ¿vale?.
-¿Crees que funcionará Obi? - le pregunte.
-Si, al menos yo me quede más tranquilo cuando pude despedirme en condiciones de ellos.
-Gracias Obi -lo abracé más fuerte y él me correspondió.
-De nada.
Nos quedamos un rato abrazados y me encantaba notar los latidos de Obi y sobre todo poder oler su perfume.

Obi-Wan POV:
Me encantaba poder abrazarla, me hacía sentirme mucho más seguro con ella. 
-Bueno, será mejor que continuemos la marcha, tenemos que buscar a tu maestra -me dijo Sheilak.
-Pues si, déjame un momento que me centre para buscarla.
Me senté en el suelo y empecé a concentrarme en mi maestra.
"Obi estoy en la cascada, tenéis que subir una escalera u al final estaré yo meditando"
-Está en la cascada, hay que subir una escalera para llegar a ella -le dije a Sheilak.
-Se donde es, sígueme Obi.
Seguí a Sheilak mientras caminaba. El bosque era precioso y no me cansaría de decirlo. Todos los árboles parecían estar conectado entre ellos y podía sentir una paz que hace años no sentía.
Llegamos al principio de una escalera.
-Es aquí, allí está la cascada -dijo Sheilak.
-Subamos.
Subimos por las escaleras y al final de ella estaba la cascada que alimentaba un lago en su final.
Mire por los alrededores y vi a una persona muy conocida en la orilla del lago.
Era mi maestra.
Me acerqué a ella y cuando noto mi presencia se levantó para girarse.
-Mi querido Kenobi, mi pequeño y gran maestro.
-Maestra Ryes -le dije y la abracé.
-Han sido muchos años, pero me alegra verte antes de mi partida.
Yo me separé de ella.
-¿Como que de tu partida? -le pregunte.
-Obi soy muy mayor y estos años he viajado mucho, ha llegado mi hora.
-No quiero que se vaya...
-Es ley de vida -mi maestra miro a Sheilak- Maestra Anthane, me alegra conocerla.
-A mi también, tenía muchas ganas de conocer a la maestra del Maestro Kenobi.
-Ven acércate.
Vi como Sheilak se acercaba a mi lado.
-Necesito que le deis esto a la general Leia. Es una parte del mapa donde se encuentra el maestro Skywalker.
Mi maestra me dio una cápsula, la abrí y contenía un microchip.
-Maestra Ryes, ¿usted sabe dónde está el maestro Skywalker? -pregunto Sheilak.
-No lo se y he intentado comunicarme con el. Él quiso huir a un planeta donde nadie lo encontrase, quería estar solo.
-Entonces, ¿como sabes que esto es una parte del mapa para buscar al maestro Skywalker? -le pregunto Sheilak a mi maestra.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora