Capítulo único

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Me encontraba nervioso, muy nervioso.

¿El motivo?

Pues estaba en un avión rumbo a América a buscar a mi verdadera pareja, a pesar que no la conocía. Era loco, lo sabía, mis amigos me lo habían dicho "Baekhyun las verdaderas parejas no existen, son mitos", "Baek olvida eso", "Hyun hay miles de híbridos pumas enamorados de ti, dales la oportunidad", y mucho más pero el más común era "deja esas ideas Baek, eso es de lobos".

. Si claro.

No porque yo sea un híbrido puma significaba que no me iba a dar la oportunidad de encontrar a esa persona especial. Y en mi investigación decía que mi especie si podía encontrar a su pareja destinada  y por ello investigue sobre donde podía encontrar a más clanes de pumas híbridos dándome cuenta que debía realizar este viaje en varios países americanos y de entre todos los lugares decidí empezar en Perú que podría considerarlo un golpe de gracia y suerte del destino para mí.

Mi mejor amiga Yoora, una híbrido leopardo a quien había conocido en una reunión en casa de mi amigo Lay y luego de que viajara fuera del país nos encontráramos en Corea cuando visito a un familiar suyo, me llamó justo en el momento en el que baje del avión para que fuera a visitarla y pudiera ayudarle con algo, al menos eso me dijo por teléfono, así que decidí un a verla antes de empezar a realizar la verdadera actividad por la que había decidido ir a ahí.

Si su llamada fue una sorpresa lo que encontré cuando llegue a su casa me dejó más que impactado y preocupado por lo que veía y a pesar de que los cachorros eran recién nacidos, por el olor podía decir que eran de Yoora y juraba por el sagrado motivo de mi estancia en América que ellos eran unos de los raros y considerados extintos pumapardos, pero la cereza del pastel llego cuando mi amiga me dijo que se estaba muriendo después de haber traído a los pequeños a este mundo.

Estuve un par de días con ella y los cachorros, que cuando llegue aún  no tenían un nombre por lo que juntos escogimos y de varias opciones quedaron: Luhan, Kyungsoo y Minseok. Los tres eran muy buenos hijos, no daban trabajo a Yoora en su forma de animal, pero aun así su amiga palidecía cada día más.

Fue al quinto día cuando Yoora intentó cambiar a su forma de leopardo para alimentar a sus cachorros que no pudo y su cuerpo empezó a convulsionar.

La lleve a su cama y una vez recostada me dijo - Baek, este es mi final.

Pero yo negaba con mi cabeza y lágrimas cayendo ya por mi rostro- No Yoora, no.

- Busca a mi hermano -me pidió-. El sabrá como criar a los pequeños.

- Yoora -le dije con un tono de súplica.

- Él vive en Corea, su nombre es Park Chanyeol -me indicó con la voz cada vez más apagada-. Los quiero -susurró antes de cerrar sus ojos y dejar nuestro mundo.

Aquel día mientras enterraba el cuerpo de mi amiga lloré tanto que la garganta me dolía. Lo más difícil llego cuando tuve que alimentar a sus cachorros y dormir con ellos en mi forma de puma, pensando en que debía extrañar a su madre y por ahora solo me tenían a mí, un puma a quien apenas se habían acostumbrado y que debía cuidarlos hasta encontrar a quien su madre me había pedido que los entregará.

Estuve durante una semana en la casa de mi amiga con los pequeños, a quienes ya les estaba tomando un gran cariño, hasta que decidí regresar a Corea para buscar al hermano de Yoora, Park Chanyeol.



···



En Asia los clanes de pumas eran muy raros por lo que apenas y había uno por país, a lo mucho dos y eso era en China. Ahora los clanes de leopardo eran otra situación, porque yo no había escuchado de alguno que se encontrará en Corea pero Yoora había dicho que su hermano estaba ahí así que debía confiar en que de hecho fuera de esa manera, de lo contrario siempre podría criar yo a los pequeños.

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