¿Como es que había llegado a eso?, ¿no entendía la situación, mejor dicho, como es que había evolucionado así?, Las sabanas animalprint "carísimas "sobre las que tenía su culo mugroso casi le reclamaban la situación, y como no, teniendo una espalda a su lado, blanca y estilizada, con uno que otro lunar
—Chingada madre...— El muchacho moreno se levantaba de la cama tratando de no despertar al segundo en la habitación—ya la cajetie...— soltaba lamentos al ver que había una morada procedente de sus dientes chuecos en la espalda del castaño, no podía recordar nada, absolutamente, estaba en un blanco impresionante.
Caminaba despacio moviendo con los pies suavemente algunas botellas de corona y otras tanta de skyblue en busca de sus calzones y pantalones, ¿qué le iba a decir al Mirrey? ¿Qué se lo había comido?, porque, era evidente que eso había pasado.
Ni lento ni perezoso salió de la residencia de este ultimo follado- que diga, mencionado. Claramente la Comadre estaba teniendo una jaqueca por el reventón de la noche anterior que de seguro no escuchaba mas que los jadeos de burro que emitía su novio, tenia aun así una buena excusa de haber salido corriendo como desgraciado, tenia que ir a monitorear su tratado con los marcianos después de todo, nada fuera de lo normal, los reyes siempre cumplían sus promesas.
La junta estaba para morirse, de aburrimiento, «jamás fue fan de esas cosas a decir verdad», pero tenia que aguantarse como macho que era aquella reunión, veía al caucásico Nerd caminar y dar su conferencia a un lado del general, desde ahí veía los pomposos y relucientes anillos de compromiso que ambos portaban indiscretos al público. —ah par de mayates...—se hundía en el asiento que portaba, tenia la cabeza echa un lio tremendo como para tener que escuchar a ese par de "tortolos" hablar de los planes de vida y reproducción entre marcianos y humanos, más encima viendo como jugaban entre ambos, uno tocándole el trasero al otro e inclusive nalgueándose cuando cambiaban el rol del micrófono «Mas aun pensando en que le vio todo júpiter al Mirrey». Despabilo de repente asustando al mujeorn que tenia a un lado, Zafiro.
—¿acaso te pica el culo? ¿Que tienes pendejo?... —acomodo su top haciendo rebotar sus firmes senos al momento—no llores mugrosa. —contesto sin interés su consanguíneo, los ojos maquillados de la mujer rodaron en manera de fastidio—¿apoco andas pacheco? —pregunto la morena entre risas mientras se acomodaba—no me sorprendería la verdad...—Adal decidió no responder más, probablemente si, por todas las imágenes que le iban llegando de Angel gimiendo como puta sobre el.
Se quería pegar un balazo.
Nuevamente era de noche en la fondita de la familia, olía a grasa quemada por quinta vez para embadurnan las tortillas de masa en esta.
Chacas seguía atendiendo, su humildad estaba, ante todo, y ese era un buen lema para la familia, sentía que su lindo lado oscuro hacia ventosa al escuchar los pasos de unos tacones de marca Gucci pirata y las risas de vieja bruja de la comadre, ya venían los clientes predilectos de el lugar. La cara del Mirrey no podría estar más imperturbable, será... ¿Qué no recordaba?, estaba rezando para que fuese así.
Entre pedido y pedido de tacos, tortas y gorditas solo veía a Angel limpiar la grasa -como de costumbre- a su comida, mientras se mensajeaba con la bola de muchachos de su categoría por teléfono, —¿muy guapo el güerito? —pregunto Zafiro sentándose a su lado, asustando al Chacas por esta acción. —¡JAJAJAJ UFFF QUE BUENA ESA, NO MAMES ZAFIRO! ...no mames. —La de cabellos rizados miraba a la mesa donde estaba el muchacho tan pulcro con los labios llenos de grasa, se veía adorable rojo por lo enchilado, jadeaba sacando un poco la lengua, hizo una seña para que le llevaran otro refresco a su mesa, La muchacha le dio una botella de cocacola-ligth a Chacas, soltando una risa— tu novio te espera. —este sin poder contestar fue empujado para laburar. Solo camino a dejarla ahí.
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Júpiter y marte
Fanfiction...Zafiro reír a carcajadas golpeándose un muslo entre risas, soltaba mucho aire haciendo que callera sobre la mesa de la risa, incluso ya le dolía la cara-¡NO JODAS! ¡TE MAMASTE WEY! - contesto ante la confesión de el muchacho, este bajo la mesa, e...