Time to Love (Richard Camacho)

Capítulo 8

Narra Diana

En dos días mi vida se ha complicado bastante y todo gracias a Ariel. Siempre quise una hermana y ahora que tengo una postiza deseo regalarla.

Primero, mi padre se había quedado hasta tarde esperándome para hablar sobre un artículo que había salido en una revista que hablaba sobre mi y los chicos. Por su puesto, esto hizo enfurecer a mi padre. Él siempre fue de estos hombres bastante conservadores y que por ningún modo permitía que anduviéramos en escándalos. Y he aquí el problema de Diana Vargas, aparecí en esa revista que mi queridísima hermanastra le mostró a mi padre con toda la intención de que él se molestará y me prohibiera continuar en el trabajo. Ridículo, ¿no? Pero así es esto. Obviamente le dije a mi padre que haría lo que él me había dicho pero se sabe que eso no será así.

Segundo, ahora me escondo de los periodistas que me acosan y de mi familia para poder ir a trabajar. Al parecer he pasado de ser Diana Vargas la hija de Manuel el de la panadería a ser Diana Vargas la niñera de Aaliyah Camacho. De un momento a otro todos me conocen y mis redes sociales quieren explotar. Me aturde todo esto.

Tercero, creo que esto ha sido lo único bueno. Al parecer con mi "no tan mal desempeño" (palabras de Renato) logré obtener oficialmente el puesto de niñera de Aaliyah. Y seamos sinceros, creo que le caigo bien a Richard y a los chicos porque el hecho de que Aaliyah se mojara a causa de la lluvia mientras corría en mi primer día de trabajo y la vez que me dormí, no causa ningún tipo de confianza en nadie. Aún así, ayer intenté hacer todo lo posible por contentar a Renato con mi trabajo de niñera y parece que lo logré.

¡Oh y cuarto! Ariel quiere que le presente a Richard, genial...

Por otro lado, hoy hemos pasado un buen día, los chicos han estado en relajación total en la playa y yo he disfrutado de la maravillosa vista del cuerpo de Richard. Claro, con control pues ya he firmado un contrato en donde especifica que no debo tener ningún tipo de relación con ningún miembro de CNCO (salvo amistad) y que mi único deber es cuidar del bienestar de Aaliyah. Además de que no quiero mezclar las cosas...o eso intento. Así que me pasé jugando con Aly y conversando un poco con los chicos cuando la niña estaba con su padre.

Ya a esta hora los chicos deben estar durmiendo pues ha sido un día largo. Yo aún me encuentro en el hotel ya que la traviesa de Aaliyah está abrazada a mi como un mono y no se quiere despegar a pesar de que sabe que ya es hora de que yo me vaya.

- Aaliyah por favor. - ruega su padre con una sonrisita pues a pesar de todo la situación es graciosa.

- Creo que jamás nos hará caso, Richard. - me encojo de hombros.

- Siendo así esperaremos hasta que se duerma. - lo miro preocupada. - ¿Hay algún problema?

Sí...mi padre es el problema.

Y como si lo invocara, mi celular suena apareciendo la palabra "papá" en él. Hago una mueca de frustración que es percibida por el moreno.

- ¿Todo está bien, Diana? - insiste.

Sonrío de lado y tomo asiento en el borde de su cama. Espero que no crea que soy muy confianzuda pero en mi defensa, estoy cansada.

- La verdad es que no. Tengo veintidós años, Richard ¡pero parece que tengo doce! Mi padre se cree que aún puede porhibirme cosas y no quiere que trabaje como la niñera de tu hija. - digo cabizbaja

- ¿Y eso? - cuestiona incrédulo.

- Es muy conservador. - lo miro a los ojos. - Ha sido él quien me ha llamado y sinceramente estoy aquí sin que él lo sepa. Agradezco de todo corazón que hoy hayamos estado es un sector privado de la playa porque sino correría el riesgo de que mi padre se entere de que lo desobedecí.