Ser niño, niña o mujer es sinónimo de estar en riesgo.
En Colombia cada día 48 niños y niñas, son víctimas de abuso sexual.
Dos por hora.
Y Medicina Legal reportó que en 2017 hubo 10.425 víctimas de violencia intrafamiliar contra niños, niñas y adolescentes. 29 víctimas por día.
Esto quiere decir que el 12% de los niños, niñas y adolescentes colombianos han sido víctimas de abuso sexual.
¿Y todos los miles de casos no reportados?
Según la red mundial de líneas de denuncia (INHOPE) el 40% de los reportes de las víctimas tenía entre 3 y 13 años.
Es aterradora la inseguridad a las cuales están sometidos nuestros niños y adolescentes, en todas las ciudades de nuestro país.
Por número de casos, los territorios con más alto registro de violencia sexual contra la niñez son Bogotá, Valle del Cauca, Cundinamarca, Santander, Atlántico y Bolívar.
“Los estudios en la región señalan que por cada niño varón abusado sexualmente hay cuatro niñas que son víctimas del mismo delito”, asegura Unicef.
Más de un millón de niñas, niños y adolescentes han sufrido violencia sexual anualmente en Latino América según el Unicef. Y vergonzosamente Colombia ocupó el primer lugar desde el 2012 hasta el 2016, México, Perú y Brasil le siguen las pisadas.
En el mundo una de cada diez niñas ha sufrido una violación u otra forma de abuso sexual
El homicidio es la principal causa de muerte de niños entre diez y 19 años en Panamá, Venezuela, El Salvador, Trinidad y Tobago, Brasil, Guatemala y Colombia.
Entre los países de América del Norte y Europa, Estados Unidos tiene la tasa más alta de homicidios infantiles.
Y todos estos porcentajes y cifras son sólo de casos que han denunciado y se estima que sólo el 5% de los casos son reportados.
Y es algo que debemos parar ya.
El silencio debe parar.
Como madre, padre, hermana, abuela y persona, estás en la obligación de estar al tanto de los niños que están a tu cargo o bajo tú responsabilidad.
Los niños, aunque les digas que pueden confiar en ti muchas veces no te contarán que alguien los está manoseando o violando.
Porque son niños, les da miedo.
Así que aquí hay algunos comportamientos que podría tomar un niño, niña o adolescente víctima de abuso.
Habla de partes sexuales o de actos sexuales cuando aun no comprende el contenido o si es adecuado que hablé de eso.
Se encierra en si mismo, tiene conductas agresivas o se vuelve temeroso a cuestiones especificas.
Demuestra angustia sin aparente motivo, cansancio o apatía permanente, conductas agresivas persistentes, evitación exagerada al contacto (aislamiento)
Tiene pesadillas.
No habla, está constantemente en silencio.
No mira a la cara a la gente o habla mal de casi todo el mundo.
Si puede verbalizarlo adecuadamente, tiende a proteger al agresor o minimiza sus actos.
Estas son algunas de los comportamientos que podría tomar un niño, niña, o adolescente víctima de abuso sexual.
Pero usted papá, hermana, tía, niñera o quién sea, por favor, hablé con el niño de estos temas.
Que no se vaya con extraños.
Que si alguien le toca las partes íntimas o lo toca indebidamente le cuente a usted, o un a adulto.
Que no reciba cosas de gente que no conozca.
Son temas vitales, de vida o muerte.
No permitamos que nuestros niños sigan siendo abusados y violados.
Y aunque la justicia muchas veces no esté de nuestro lado como lo podemos ver en casos diarios.
Como lo vimos en el caso de la manada en España. El caso de Brock Allen Turner en Stanford. El caso de Yuliana Samboni aquí en Colombia.
Y digo injusticia porque aunque este último pagará 58 años de cárcel «según la ley» Yuliana quedará violada y muerta.
Por eso, cuidemos a nuestros niños.
No piense eso a mi hermana, hermano, hija o a mi hijo no le puede suceder, porque sí, si puede.
Por eso cuidelos, hable con ellos.
El violador puede estar en su misma casa, en su cuadra, en su barrio, en el colegio, en cualquier lugar dónde estemos puede haber un violador sexual.
Y eso no lo va a cambiar la justicia, ni Dios, ni el gobierno ni nadie.
Eso lo debemos cambiar usted y yo.
