Había logrado conseguir acostumbrarse a ese lugar, pese a que se le prohibía rotundamente el salir con pasar tiempo con su amante lograba sentirse tranquilo, debía conformarse con el jardín que se encontraba en la parte de atrás de esa supuesta mansión, o eso es lo que el pelirrojo llego a creer que era, a final de cuentas la mafia rusa manejaba millones de dólares y euros, eso ya no le sorprendía en lo absoluto, tenía en claro que todo lo que hacía Dostoievski necesitaba ser financiado para conseguir su objetivo
Tan solo un mes había transcurrido, un largo y eterno mes en los que no volvió a saber nada de su mentora, de su ex pareja y mucho menos de todos los hombres que le servían con fidelidad, a los que traiciono y provoco incluso que murieran en los incidentes que siguieron a la noche en la que escapo, todo eso lo tenía presente debido a los archivos y reportes que tanto Nikolai y Alexander le entregaban a su líder sintiéndose inútil al no poder hacer nada al respecto
Pero pese a todo ello había algo más que le quitaba el sueño en las noches, algo que aunque el azabache permanecía a su lado jurándole amor eterno y lo rodeara con sus brazos trasmitiéndole la calidez de su cuerpo, comenzaba a sentirse molesto por aquellos dos que se mostraban muy afectuosos con su pareja demás de que el mencionado no hiciera nada al respecto, ese sentimiento eran celos, celos que lo volvían loco, que provocaban un cambio radical en su comportamiento, en su forma de hablar y de mostrarle afecto al ruso, cosas que cada vez era más difícil disimular
No podía soportar ver el cómo Dostoievski no hacía nada al respecto para alejar a sus subordinados cuando estos se mostraban... ¿afectuosos? que lo tocaran, que Nikolai se acercara y lo abrazara como si él fuese su pareja, la forma en que Iván hablaba y veía a su líder le llegaba a causarle repulsión, ese par sin duda lo que buscaban con Fyodor era más que una relación amo-siervo, no podía esperar más que a que llegara el momento en que incluso bucarán deshacerse de el con tal de quedarse con aquel hombre, pero sin duda también estaba dispuesto a defenderse así como reclamar lo que le pertenecía
-Chuuya san- se escuchó una voz alegre y cantarina detrás del mencionado, seguido de un peso extra sobre sus hombros, la expresión del pelirrojo denotaba la molestia de tener que encontrarse con ese payaso por la mañana, ya tenía suficiente con que su amante no estuviera a su lado al despertar, que se dio un baño solo o peor aún que no lo había tocado en días
-¿Qué quieres Nikolai?- no dudo en separarse de su agarre, dar media vuelta y verlo directamente a la cara, esa estúpida sonrisa que lo caracterizaba era lo único que podía hacerlo sentir deseos de asesinarlo, quería cortarle la lengua para que se callara, quería hacer tantas cosas pero Dostoievski lo mantenía limitado, con las manos atadas
-eres tan cruel conmigo... socio, yo solamente quería saber cómo pasaste la noche, porque para mí fue bastante buena- el rubio quería provocarlo, quería hacerlo pensar lo peor con relación al ruso, además de que sabía a la perfección que su amo había estado ocupado atendiendo juntas con el comité directo que se encontraba en San Petersburgo desde las 2 de la mañana
-¿Qué carajos?- su cuerpo reacciono por si solo cuando lo tomo por el cuello de la camisa estrellándolo contra la pared más cercana, la diferencia de altura era considerable pero con su habilidad podía incluso levantar su cuerpo -si tanto deseas morir yo cumpliré tu deseo - con su mano libre saco el cuchillo que guardaba detrás suyo acercándolo a la blanca piel de su cuello dispuesto a cortar la yugular, todo en una pequeña fracción de segundo, su mirada no tenía el mismo brillo que lo caracterizaba, se sentía nuevamente traicionado pero en esta ocasión personalmente podría tomar su venganza, o eso creía, ya que en el momento en que iba a atravesar su cráneo con el arma punzo cortante una mano lo sostuvo deteniéndolo de su acto
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Una Noche De Copas (Fyoya)
FanfictionChuuya tras descubrir que Dazai le engañaba, en vez de reclamar se dirigió a un bar para ahogar su dolor en el alcohol, lugar donde se encontraría con Fyodor el líder de una de las organizaciones que amenazan la paz en Yokohama, más chuuya desconoce...