Nadeshiko se encontraba relajada en aquel sofá del salón leyendo un libro que cogió recientemente en la biblioteca hasta que su paz se disuelve al escuchar un grito proveniente del piso superior.
– ¡Himawari basta! – la voz de aquella persona era de obviamente su hermana menor.
Aquella rubia pensando que ambas amigas estaban peleando como de costumbre decidió subir a parar la pelea. Subía sin prisa las escaleras de la casa hasta llegar a la puerta de la castaña girando el pomo y observando el porqué del grito de Sakurako.
Algo que ni la ciencia podía explicar, la de pelo azulado se encontraba abrazando a la castaña mientras le daba besos por toda su rostro, mientras que Sakurako avergonzada intentaba separarse entre gritos.
– ¿Qué está pasando aquí? – la mayor de los Omuro aún sin creerlo miraba muy extrañada aquella situación.
– ¡Esta lapa no se despega de mi! – Sakurako seguía gritando e intentando apartarse de Himawari.
– Sakurako no grites, no le veo nada de malo a eso, así os veis mejor – Nadeshiko solo sonreía al ver aquella tierna escena de ambas amigas.
– Traicionada por mi hermana – la castaña se llevó una mano a su pecho decepcionada.
– Tengo que ir a la ciudad en unos minutos, Hima-ko suerte soportándola – la rubia solo le dedicó una cálida sonrisa para luego salir de aquella habitación dejando solas a las dos chicas.
Cuando la más mayor abandonó la habitación Himawari se quedó mirando de cerca a la castaña que seguía avergonzada por la cercanía de ambas.
– E-estás muy cerca. . . – la menor de las dos giró su cabeza para que la otra no mirara su gran sonrojo.
– Me has echo la chica más feliz del mundo – la cercanía de ellas ya era muy peligrosa antes pero ahora había aumentado más, y sobre el comentario de Himawari, Sakurako había girado la cabeza con una mirada de sorpresa.
– E-eh y---- – antes de que pudiera acabar Himawari se había apoderado de los labios de aquella castaña que la traía loca.
Un beso verdadero que unía a ambas, uno que les indicaba que no se podrían separar jamás. Las dos se necesitan una de otra y así será durante mucho más tiempo.
"Gracias a lo que las unió"
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°Lo que nos unió° [SakuHima] (PAUSADA)
Hayran KurguLa vida les da un giro a la mediana de la familia Omuro y la mayor de las Furutani cuando la menor empieza a cultivar un nuevo ser en su interior por culpa de la mayor. Esto provocará una nueva experiencia extraña e inolvidable entre sus familias y...