1: Un niño extranjero.

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Capitulo 1: Un niño extranjero.



"estas segura de esto Cinthia?" pregunto un joven de apenas 22 años de edad, que miraba a su hermana menor con duda -aun puedes ir con nuestros tíos para que no te quedes sola-

"deja de preocuparte, tengo 20 recuerdas? Puedo cuidarme sola" le respondió divertida "te prometo mantenerte al tanto de como están las cosas aquí, y no quemare la casa, pero tu tendrás que marcarme, no quisiera yo llamarte y estas en medió de un examen"

"si, tienes razón, yo te llamaré entonces" terminó de poner su última maleta en la zona de carga de su camioneta. Rodrigo Mckenna iría a la Universidad Militar en otro estado cerca de Colorado. Y ahora cómo sus padres ya se han divorciado y hecho su vida por separado con sus segundas parejas, les han dejado una casa a los dos casi adentró del bosque. Estaba escondida por los altos árboles y arbustos, además de una cerca de madera café, para entrar a la propiedad, la única entrada sería el caminó de tierra que da a la carretera que va al pueblo.

Si alguien estuviera gritando por ayuda, nadie nunca se daría cuenta. Cinthia decidió no ir a la Universidad para trabajar en lo que más le gusta, la cacería. Ella es realmente buena con el arco, venga que ha estado practicando desde que tenía 7 años y metido en la caza a los 12, sabe conseguir presas para ganarse la vida.
Hay veces en las que se va por una semana y regresa con su camioneta con muchas pieles y carné que luego vende a los del pueblo.
Así ganaba bastante para mantenerse ella sola en esa casa.

-muy bien, pues ya me voy entonces, te llamaré cuándo llegué halla vale? Nos vemos hermanita- dijo al tiempo de abrazarla con fuerza. -te extrañaré- le dijo con cariño.

-cuídate vale?- dijo Cinthia.

-si- y con un beso en la mejilla se subió a su camioneta y se fue.

Apenas eran las 11:17 de la mañana, así que preparo todo su equipo para salir a cazar, aun tenía un par de pedido que entregar para el domingo. Su arco, flechas, cuchillos, ropa cómoda para cazar, agua y cuerdas. Hizo sus estiramientos antes de correr a un ritmo constante por el bosque.

Tenía que cazar un venado con astas grandes, lo más difícil sería encontrarlo, pero no imposible, ella sabía donde encontrar a los animales más escurridizos, con solo ver en que época del año estaban, para saber. El bosque de colorado era espeso, pero a Cinthia siempre le a gustado, hay era libre, y los pasajes que la rodean eran hermosos. Corrió o caminó por un par de horas antes de encontrar el rastro de un venado de gran tamaño, así que empezó a rastrear he ir en silencio. No quería alertarlo. Siguió el rastro por una hora hasta llegar a un pequeño y poco profundo río en donde estaban unos cuantos tomando agua o comiendo. Estaba a unos 10 metros de ellos, y no había viento así que se fue acercando poco a poco, con cuidado de no pisar las ramitas y hojas secas en el pisó, o mover los arbustos a su alrededor. Se mantuvo detrás de un árbol para no ser detectada de inmediato, y cuándo llegó a tocar el árbol, lentamente apoyo su lado derecho y poder estirar la flecha apuntando a un macho grande de cornamenta saludable, apuntó un poco más atrás de la pata delantera donde le daría directo al pulmón y con suerte hasta el corazón.

Al menos sus flechas las hizo de un metal especialmente filoso y con plumas de águila negro. Tenso un poco más el arco para asegurar que la flecha golpee lo más profundo posible, y soltó la flecha que silbo en el aire antes de golpear al venado que chillo de dolor alertando a los demás que salieron corriendo, el venado corrió unos pasos antes de desplomarse con fuerza en el suelo. Corrió hacia el venado agonizante que dio unos últimos respiro antes de morir.

Podría parecer cruel, y puede que para la mayoría, una imagen así en primera fila sea realmente cruel, pero este es el estilo de vida de Cinthia. De esto vive, y vive para esto.

Como lo crió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora