Capítulo 8

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¿Recuerdan cuando el equipo de fútbol (increíblemente) ganó aquel partido? Bien, porque pensamos que eso era un suceso único e irrepetible... error. Siguieron triunfando y triunfando, lo que provocó una repentina "fiebre zombie" (como a Bucky le gusta llamarla). El porqué de todo esto, tiene su respuesta en Zed: desde que comenzó a jugar, Seabrook salió victorioso. Gracias a eso, los monstruos obtuvieron más fama y los estudiantes disfrutan de estar con ellos. Como ya dije, son unos hipócritas.

Por supuesto, quedamos nosotros, la gente con principios. Por nosotros, me refiero a Bucky, los Acey's, unos cuantos animadores más y yo. Y... en cuanto a mis sentimientos por éste primero... no han hecho más que crecer, y crecer... y crecer. ¡Lo sé! Se preguntarán "Danna, ¿por qué no te declaras?", "Son tal para cual", "piensan igual"... Déjenme decirles algo: desde mi lugar, es mucho más difícil de lo que piensan. Imagínense esto; "¡oye!, ¿Sabes qué? ¡Te amo!" Casual, ¿no?

En fin, nos encontrábamos almorzando, como de costumbre. Addison, estaba en otra mesa, con una sonrisa de boba, lo cual, se debía a estar mirando a su crush. Bucky lo notó, y se levantó de su silla (que, no quiero presumir, pero estaba junto a la mía) para ir a enfrentarla. Llegó justo a tiempo, pues su prima, estaba a punto de acercarse a Zed.

-¿Eres pro-animadores o pro-zombies?- Oí que le preguntó enojado, mientras la detuvo tomando su brazo. -¡Decide ahora!- Siguió.

-Oye, ¿qué?- Decía ella con indignación. -¡No sabes lo duro que es...!- Bucky la interrumpió.

-¿Qué prefieres?- Escupió de manera monótona, pero seria.

Se produjo un silencio.

-Yo...- habló ella, dudando -quiero ser una animadora, ¡es lo que siempre quise!- Dijo Addison, desanimada.

-¡Eso!- Concluyó él con una sonrisa, y volvió con nosotros.

Desde otra mesa, pude ver a Zed llamándola. Pero, Addison lo ignoró. A pesar, de que le dolía ( y yo lo sabía). Esa escena me partió el corazón. A pesar de que no me caigan bien, no soy una roca. Puedo sentir empatía, compasión. De hecho, yo misma le había dado un consejo a Zed... aunque aún no tengo claro el porqué. Entonces, me decidí a hablarle a Bucky, apenas se sentó.

Lo miré un momento y comencé. -Oye... ¿no crees que eso fue un poco... cruel?- Era muy difícil para mí decirle eso. Me miró sorprendido y soltó una risa sarcástica. Fue tan sonora, que todos se callaron y se enfocaron en él y yo.

-¿Por qué dices eso? ¿A caso, ahora eres la abogada de mi prima?- ¿Por qué era así conmigo? Nunca lo era.

-No. Solamente pienso que podrías haber sido menos drástico. No eres su padre, ¡debes dejar que sea libre! ¡Entiende que no puedes manejar su vida!- Grité, de la mano de un coraje que no sé de dónde saqué. Lo único que conseguí, fue una mirada llena de odio por su parte.

-Spencer, ¿¡tú eres pro-animadores o eres pro-zombies!?- Bucky también me había gritado y me dolió mucho. Era la primera vez que peleábamos.

Al fondo, observé a Zed, que me miraba entre impactado y ¿feliz?

-¿Sabes que? ¡Soy pro-nada!- Recogí mi bolso para marcharme -¿Algo más?

Silencio. -Sí. Si quieres seguir estando en nuestro equipo, deberías mantener tu boca cerrada.- Hizo sobre sus labios, una seña como si de un cierre se trataran. -Eso o te irás con esas basuras verdes.- Era suficiente. Me fui de ahí, para no salir corriendo y llorando.

Me encerré en el cuarto a salvo de zombies. No tenía intenciones de salir hasta el final del día, y no me importaba perderme las clases. Simplemente, las lágrimas comenzaron a salir. No podía parar. Bucky en serio me había lastimado. Parecía que no cerré bien la puerta, pues, inesperadamente, había entrado Zed.

-¿¡Tú!?- Dije limpiando mi rostro -¿qué estás haciendo aquí?

-Quería ver cómo estabas. Fue grandioso lo que hiciste, y creo que la actitud que tuvo ese egocéntrico contigo, no estuvo nada bien.- Me habló con una sonrisa. -Los dos empezamos con el pie izquierdo- miró a nuestro alrededor -justamente aquí. Además, tengo que devolverte el favor. Cuando me diste ese consejo, yo te fui grosero. Así que deberíamos comenzar de nuevo.

-¿Qué?- Pregunté. Él extendió su mano para estrechar la mía.

-Soy Zed.

-Soy... Danna.- Tomé su mano (aún con un poco de duda).

-¿No te asustan los "gérmenes zombies"?- Ambos reímos. -¿Por qué llorabas?- Soltó de la nada.

-Nada, nada. Sólo me... duele.- Dije.

-¿El qué?- Parecía interesado.

No sabía cómo explicarlo. No encontraba las palabras. Pero, una lágrima resbaló por mi mejilla Entonces, él la quitó con delicadeza.

-Puedes decirme...

-Es que yo estoy enamorada de Bucky. Que me gritara y me dijera todo eso, fue como un puñal. Yo... él jamás me trata así.- Decía entre mi llanto -No sé porqué te cuento esto... apenas si te conozco.- Bajé la vista. Zed tomó mi mentón e hizo que nos miráramos.

-Yo creo que a él también le gustas. Lo debe demostrar a su manera. Y sí, sus palabras fueron hirientes, más, piensa que estaba enojado con Addison. Se desquitó contigo, que sigue siendo terrible, pero trata de entenderlo... y si no siente nada por tí ¡que se vaya a Ciudad Zombie!- Dejé salir una carcajada. -¡Te hice feliz! ¿Ves? No llores, la vida es buena.- Le ví directo a los ojos.

-Lo... Lo siento, por todo- me disculpé, todavía lloriqueando.- ¿Por qué eres tan comprensivo y bueno? Nosotros, yo... me siento una persona horrible. Fui horrible.- Estaba muy confundida.

-Porque no pienso que seas mala. En realidad, no creo que nadie lo sea. Solamente necesitas amor, ya sabes: alguien que te quiera y te dé cariño. Igual que Bucky. Todos nos equivocamos, si no, ¡mírame! Yo altero mi...- se tapó la boca y rió nervioso -olvídalo.

-En primera, gracias. En segunda... lo sé. Alteras tu zombie-banda para poder tener un mejor rendimiento y ganar tus partidos. Te regañé por eso, ¿se te olvidó?- Sonreí.

-...No le dijiste a nadie, ¿cierto?...- ¡Wow! Cuánto miedo tenía este chico.

-No, no. Tampoco planeo hacerlo, descuida.

-Gracias.- Acarició mi cabello. -¿Estamos bien?

-Por supuesto.- Golpeé su hombro levemente. -Los zombies no son tan asquerosos como creí.- Bromeé.

-Y... los animadores no son tan "princesitos" tampoco. Pienso que...- se calló.

-¿Qué pasa?- Nada. -¡Anda, dime!- Señaló mi rostro. ¡Oh no! ¡Ya comprendo! Al pasar su mano para secar mi lágrima, mi maquillaje se corrió... ¡dejando a la vista mi marca de nacimiento! Instintivamente, la cubrí con mi mano; estaba nerviosa.

-Déjala.- Apartó mi brazo para observarla -es linda. Una estrella. ¿Por qué no mostrarla?

-Aquí todos me juzgarían. No quiero arriesgarme. Me asusta ser diferente.- Confesé -no tiene importancia.

Tuvimos contacto visual por un momento. Fue agradable. Hasta que reaccioné.

-¿Cerraste la puerta?- Grité.

-Sí, ¿por?- Dijo inocentemente.

-¡Tonto! ¡Es la sala a prueba de zombies! ¿¡Cómo se supone que salgamos ahora!?- Lejos de alterarse también, se echó a reír. -¡No es gracioso! ¡Nos quedare...!- Me contagié de él y no pude terminar.

Cuando paramos, otra vez, tuvimos esa conexión. Sin pensarlo dos veces, me lancé a sus brazos; y, luego de abrazarnos fuerte, con mucho amor, lo besé.

Go Seabrook! ||♡Bucky♡|| EN EDICIÓN || Disney ZOMBIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora