~ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 37 ~

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  Dedicada a : @smavjkte  


Anne se reunió con el oficial Braun fuera de la sala de interrogatorios. Su rostro era grave y serio.

—Hola— dijo ella y miró a través del espejo unidireccional.

— ¿Es él?— preguntó en voz baja, aunque sabia que él no podría saber donde se encontraban.

—Si— Braun también miró hacia dentro— Cierto, lo sé— dijo como si pudiera leer su mente—Pero las apariencias pueden engañar.

—Tiene solo dieciséis años. ¿Por qué el...?—

— Eso es lo que tienes que descubrir, es por eso que te hemos llamado aquí. No tenemos ni idea. No ha dicho ni una palabra.

—Parece.... — Inclinó la cabeza mientras miraba al chico de dieciséis años sentado a la mesa, mirando hacia abajo—¿así que no ha hablado en absoluto?—

—Ni una palabra desde su arresto.—

—Y supongo que no es su sangre.—Braun asintió 

—Claro que no lo es. Vamos a mandarlo a detención de jóvenes, es muy joven para este lugar. El jefe quería olvidar las reglas y mantenerlo aquí, pero eso es...—

—¡Monstruoso!—exclamó Anne, mirando a Braun con los ojos muy abierto y luego al niño.

—Sí, eso es lo que dije.—Anne suspiró.

—¿Usted no sabe nada? ¿Sus motivos? ¿Nada?—

—Nada en absoluto, así que si puedes trabajar mágicamente con su mente, entonces podríamos sacar algo de ese niño. Al menos para ver como esta su estado mental. Tal vez no esta con nosotros completamente.—

—Muy bien. Voy a ver si puedo llegar a él. ¿Me permite entrar?—

Anne entró y se acercó lentamente a la mesa. Ni siquiera conocían el nombre del chico, pero lo harían pronto, después de que la policía terminara de recoger pruebas e información básica en su casa.

—Hola— dijo en voz baja al llegar a la mesa. El chico ni siquiera levantó la cabeza para demostrar que sabía que estaba allí.

Estaba quitando la sangre seca que tenia debajo de sus uñas. También tenía sangre en su cabello negro, y había algunas manchas oscuras en su ropa. Era fácil ver que era un niño muy lindo a pesar de la suciedad, era una lastima que tuviera una historia tan oscura.

—¿Te importa si me siento?— preguntó, señalando la silla. No respondió, pero ella no la había esperado, así que se sentó.

—Soy Anne—dijo, mirándolo —Estoy aquí para hablar contigo. Quiero que sepas que de ninguna manera voy a juzgarte.—El chico no se movió.—¿Crees que puedas decirme tu nombre?—continuó.

A esto, el chico negó con la cabeza.

—Bien, está bien—dijo Anne, contenta de que al menos consiguió una reacción.

—¿Quieres limpiarte eso?— asintió con la cabeza hacia la sangre que el chico estaba recogiendo, y se estremeció.

Deja de hablar— dijo en voz baja, sin mirarla. Su cabello negro caía en cascada sobre sus ojos, protegiendo sus ojos de su mirada, pero estaba claro que él seguía mirando hacia abajo.

—¿No quieres lavarte la sangre?— preguntó una vez más, y el cuerpo pequeño, frente a ella, se quebró.

—¡Cállate!— gritó y levantó la vista. Sus ojos eran negros, salvajes, nunca antes había visto nada como esto en un chico de dieciséis años, y se obligó a no retroceder instintivamente. Así que no le gustaba hablar acerca de la sangre. Solo un poco mas...

* 𝕆𝕦𝕥𝕣𝕚𝕘𝕙𝕥 𝔻𝕖𝕔𝕖𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora