Eres, Fuiste Y Serás..

Prólogo

Un día de esos, donde mi madre observaba que solo me la pasaba en la televisión los sábados en la mañana, nos dijo a mi hermana y a mi:
–Las llevaré a un grupo los sábados en la mañana para que no se estén secando el cerebro en ese aparato.
–¡Es perfecto!– Afirmó mi hermana muy feliz.
–Esta bien– Contesté un tanto feliz.
Estaba un poco enfadada de esos grupos de la iglesia, ¿con que vaya a misa cada domingo y a un grupo los jueves debería de estar feliz mi madre o no?
Ciertamente en ese entonces no le decía que no a cada grupo o idea que mi madre se le ocurría, ni mucho menos la cuestionaba de las decisiones que nos imponía.
Suelo decir que ese día le hubiera dicho algo como Ya no quiero ir, o Estoy harta de tantos grupos... Una escusa para que está historia sin fin no comenzará nunca jamás y no estuviera evocando recuerdos.
Pero bueno, como la mayoría del mundo pensamos por algo pasan las cosas, sí no, porque vivimos y que propósito existe, aparte de la ley de Error y figura.