Una chica, muy arrepentida de lo que hizo, salta desde un puente, su ex novio el culpable asustado huye de la ciudad, sin pensar en las consecuencias que esto le traerían.
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— Maldita perra
—No me digas así — dijo con lagrimas en los ojos.— Estas exagerando, yo no hice nada
—Si, aja ¿y esas conversaciones con Mateo? Es que si eres una regalada de mierda
—Amor, ya tranquilo... no he hecho nada
— Te vas arrepentir hija de puta
—¡CALLATE!— Grito a través del teléfono
— Le voy a enviar esas fotos a todos con los que me has engañado
— Pero si yo no te he engañado
— Claro que si, maldita puta— y colgó el celular
Ella muy furiosa y triste tiro el celular quebrando la pantalla de esté. Tras unos segundos se levanto en busca del celular, abrió el chat con su novio.
08.30 pm: Si envías algo, te juro que me mató.
Se acosto en la cama sumergida en llanto y poco a poco se fue durmiendo.
Despertó tres horas después, se vio en el espejo; tenia los ojos hinchados y el rímel corrido por las mejias, su pelo era una maraña. Sin darle importancia a su apariencia tomó su celular.
10:00 pm: Mátate Cariño, igual me las vas a pagar por andar de puta.
11.00 pm: Deberías de ver el chat de Mateo cielo, te tengo una sorpresa
Con el corazón latiendo a mil por horas, vio el chat de Mateo
11.01: ¿Elena que es esto? ¿Dime que no eres tú?
Las lagrimas comenzaron a caer, el dolor de cabeza aumento, y grito.
Grito como nunca lo había hecho, ella estaba segura que era inocente, que era una buena persona, que jamás engañaría a alguien ¿como podría hacerlo, si ella sabes como se siente?. Deseo estar en un sueño, no un sueño, una pesadilla.
Esto no le podía estar pasando, ¿que haría ahora? ¿podía confiar en Mateo? ¿Como? Si su novio la traicionó también Mateo lo haría. Se jalo el pelo hasta que ya no aguanto el dolor, en sis manos tenia una hebra de mechones color castaño.
Si envías algo, te juró que me mató.
Tomo sus zapatos y se los puso, salió de su cuarto por la ventana y camino por las calles solas, eran las 2 de la madrugada, lo único que se escuchaba era él sonido de los grillos y de sus pasos, su piel estaba eriza por el frío, pero no le importo.
Solo es una pesadilla.
Llego a un parque, el viento movía los columpios causando un chirrido irritante, erra un poco aterrador, pero no le importo
Solo es una pesadilla.
Deambulo por dos horas por las calles de la ciudad, llego a un puente y ahí estaba el, lo reconoció en seguida. Su estatura, su piel blanca, su nariz, su cabello, sus mano, sus ojos. Estaba apoyado en el barandal del puente viendo al rio. Ella sonrió triste. ¿Como detrás de ese chico puede haber un monstruo?.
El la sintió, volteo a ver y hizo una sonrisa ladeada, en sus ojos había arrepentimiento.
—¿Como sabes que estaría aquí?— le dijo con voz quebrada
—No lo sabía, solo llegué aquí
— Creo que no podemos estar separados.— su corazón se estrujó.
— ¿Porque me odias, Adonai?
—No te odio— se acerco a abrazarla pero ella se alejó
—No me toques
Sus ojos se nublaron.
—Maldita perra— quizás era una estupidez, pero en persona dolía mas que mil apuñaladas.
—Si envías algo, te juro que me mato— dijo con voz baja
—Adelante
Ella triste, se subió al barandas del puente, el viento movía su cabello, las lagrimas no dejaban de fluir, sus manos temblaban, sus pies temblaban, ella temblaba, por dentro y por fuera. Su corazón iba a explotar. Estaba muy alto.
