Parte I

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Dos años. Dos años han pasado y no he sabido nada de ti desde entonces. Te desconectaste del mundo y de mi, sin siquiera pensar en lo que podría pasar sin que tu presencia se sintiera cerca de mi. Odio al tipo que se le ocurrio la granadiosa idea de los mensajes de texto y esas cosas, me distanciaron tanto de ti sin siquiera yo saberlo, cómo una enfermedad, un cancer. 

Teníamos algo hermoso, una relacion tan linda, llena de amor y confianza. Me encantaba la manera en que brillaban tus ojos cuando te decía "te amo", la manera en que tomabas mi mano cuando caminabamos sin rumbo en algun centro comercial, o esa vez que me obligaste a subir a la montaña rusa, sabiendo que me daban pánico las alturas. Pero, ¿Sábes algo? disfrute cada momento, esa adrenalina que recorría todo mi cuerpo, la sensación del aire en mi cara, fué maravilloso. La mejor parte fué ver tu cara llena de alegría, ese cabello que me volvía loco, esa sonrisa que podía deslumbrar al mismo sol, oh dios... hubiera dado lo que fuera por que esa sonrisa jamás se hubiera borrado de tu rostro, pero nada dura para siempre. 

¿Recuerdas ese día? sí, ese día. El día en que hiciste que mi corazon se destrozara cómo si hubieran apretado demasiado una hoja marchita. Dejaste de llamarme, no contestabas ningun correo electrónico, ni si quiera los estupidos mensajes de texto que tanto te encantaba mandar con esa carita que sacaba la lengua. Te fuí a a buscar a tu casa, nadie respondió. Los coches de tus papas no estaban, supuse que habias salido y olvidado el cellular en casa. Quiero que sepas que te espere en la acera de la calle de enfrente queía ver que llegaras con bien a tu casa pero jamás llegaste. 

Al día siguiente en la escuela, tampoco estubiste. Sentí un vacio tan grande que sólo podría compararse con enorme agujero negro, lleno deseperacion y soledad. El día trasncurrio cómo cualquier otro pero sin ti en el, sin tu risa, sin tus chistes tontos que no hubieran echo reir ni siquiera a un payaso, pero aguante y trate de mantenerme calmado. Regrese a tu casa esa tarde y seguía vacía, es cuenado empeze a precuparme y al agujero negro que se generó en mi pecho empezo a crecer y consumir todo a su paso. volví a tratar de marcar a tu cellular pero me mandaba directo al buzón de voz, estupido buzón de voz. 

Esa noche la oscuridad de mi cuarto se volvío mi agujero negro personal. Preocupado por ti volví a tratar de marcar, era la vigesima vez que lo hacía. Nada, jamás respondiste. Pensé lo peor, creía que tu pudo haber pasado algo, que a tus padres les pudo haber pasado algo, pero ¿cómo saberlo? NUNCA, respondiste el telefono. 

Triste, solo, preocupado me levnaté esa mañana de la cama con una corazonada a la que le hubiera echo caso, debí haber dormido todo el día y dejar que la oscuridad me consumiera por completo, pero me levante. Sonó mi cellular y era un mensaje de Facebook, era tuyo, era ese mensaje que me mandaste que hubiera parecido cómo si un fantasma me hubiera escrito. " Ya no puedo más...", "Necesito alejarme", " Odio mi vida...". ¿ Tienes una idea de lo que me marcaron esas palabras? no, no lo sabes, no sabes lo mucho que me dolió saber que la niña que amaba me estuviera mandando esas palabras, con probables lagrimas en los ojos. " Mi vida ya no vale la pena, quiero terminar con esto..." Esa última oracíon retumbo en lo más profundo de mi alma, sinsaber que me hiba a marcar eh hiba a afectar mi vida a futuro. 

Traté de ayudarte, te apoyé en lo que necesitabas, te mande hasta el ultimo aliento de mi corazón, en mensajes de texto, a travez de un triste y frío mensaje de texto. perecía que a ti te bastaba con contestarme los mensajes por medío de un aparato electrónico por que jamás me volviste a marcar. ¡¿Qué había echo mál?!, ¿ Que hice para que yo no tuviera ningún derecho a escucha tu voz una última vez? 

Te dejaste derrotar por un problema que probablemnete no era tu culpa, que no tenías nada que ver con el. Te alejaste de mi, me borraste de todas tus redes sociales, y no volví a saber de tí. Mi familia es testigo de mi caida hacía un abismo del que no tenía fin. Sin tí, sentia cómo si mi propía vida me derrotaba, cómo me hiba consumiendo y mi propia alma carcomía mi corazón pedaso a pedaso. caí tan bajo que deje de querer hablar con mis amigos, era un desastre. Te fuiste lejos y me dejaste sin siquiera saber que habia sido de ti. 

No te olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora