[Diabolik Lovers's One-Shots]

Yuma Mukami.

Problemas de estatuara.

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Era una mañana algo húmeda, __________ se sentía asfixiada, la respiración le estaba fallando, necesitaba gritar y tenía una extraña sensación en la boca del estómago.

¿Qué estaba ocurriendo con su cuerpo, iba a morir?

Algo pasaba con ella, habían interrumpido su sueño y pronto despertaría, se removió en las sábanas intentando fallidamente abrir los ojos, aunque le fue imposible los primeros minutos, era como estar soñando despierta.

__________ logró aperturar con lentitud sus párpados y así, encontró a Yuma Mukami entre sus piernas.

Podía sentir como era estrujada y los dedos del castaño irrumpían dentro de su interior con facilidad, casi podía conocer la forma de estos, largos y suaves.

Luego de despertar, cesó el asedio a su intimidad.

Ahora las enormes manos de Mukami apretaban sus muslos, clavando sus cortas uñas sobre su piel, pudo oír el sonido de su dermis romperse segundos después.

_ Yu-Yuma, ¿Qué ha-... ¡Ah!? - se había arqueado por la corriente de placer, él la había hecho llegar a un orgasmo con solo usar su boca.

Yuma movía con agilidad su lengua entre los pliegues de la intimidad de la (H/C), no aguantaría mucho.

Los delgados muslos de __________ eran inmovilizados e impedían que se retorciera ante las constantes olas orgasmicas que estaba sintiendo.

Ella jalaba los castaños cabellos del chico para alejarlo de su clítoris, el cual seguía siendo lamido y masajeado, era imposible evitar lo que sucedería después, se había venido unas tres veces seguidas en la boca de Yuma.

Después de eso al fin fue liberada, mostrando sus piernas marcadas por las manos de Mukami, estaban rojas.

Con una sombra rosa sobre sus mejillas y una mano cubriendo sus ojos, __________ intentaba recuperar el aliento, quería dar grandes bocanadas de aire, pero era imposible, como si algún nudo impidiera su respiración, casi rosaba la asfixia.

_ Buenos días - saludó Yuma sonriendo, mientras limpiaba las comisuras de sus labios por los cuales escapaban pequeñas gotas blanquecinas –. ¿Soñaste conmigo? – rió, mostrando su juguetona sonrisa y aquella perfecta dentadura.

__________ jadeó una vez más al ver el intenso color de aquellos ojos, no podía oír a Yuma, como si tan siquiera su voz la hiciera llegar nuevamente al clímax.

Cerró con rapidez sus piernas e intentó cubrirse lo más que pudo con una cobija, estaba avergonzada, no quería que él la viera tan vulnerable porque corría el riesgo de ser devorada por el vampiro.

Pronto seria hora de ir a la universidad y debía darse un baño, urgentemente, sus piernas estaban bañadas en fluidos vaginales, aunque teniendo un novio con las hormonas alborotadas, ese se veía como un objetivo casi imposible.

Esperó varios minutos hasta que oyó el cinturón del castaño ser abrochado, Yuma tenía una clase antes que ella los lunes, así que era hora de irse -. Te veré más tarde - susurró, en dos pasos ya estaba a su lado, destapándola y viendo su enrojecido rostro -. Necesito motivación para seguir estudiando - la (H/C) sintió que se vendría nuevamente al ver aquella sonrisa, sintió los finos labios del Mukami sobre su cuello y oyó su leve risa a lo lejos cuando cerró la puerta.