🌹SMERALDO FLOWER 🌹

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Sentándose sobre el suave colchón, estiró sus brazos lo más que pudo, movió su cuello de derecha a izquierda y giró sus tobillos, todo esto con el fin de aliviar el entumecimiento de su cuerpo luego de dormir hasta tarde como todos sus días. No era un vago, en lo absoluto, le encantaba siempre estar ocupado, siempre mantener su mente en otro lado que no fuese pensando en su familia, en su vida.

Y es que para Kim Taehyung, un joven hombre parte de una de las familias más ricas de todo el reino, ser parte de la realeza nunca había sido prioridad. ¿Y cómo no serlo cuando ha sido renegado toda su vida? Su madre murió cuando le dio a luz y su padre, ciego por el amor que sentía por su mujer, culpó a su hijo de su muerte. Y como si no pudiese ponerse peor, años más tarde decide casarse con una mujer vil y cruel que logra apartarlo de todo lo que debe ser una familia de la alta monarquía. Es de esperarse que el chico creciera con odio y rencor en su corazón, alienándose de todo y todos en el castillo, hundiéndose en su propio mundo de soledad y tristeza.

Caminó hasta la ventana de su habitación y pudo observar como su padre, madrastra y sus pequeños hermanastros se montaban en un carruaje, todos vestidos de manera muy elegante. Cuidando las apariencias.

Bostezó y se dirigió hasta el gran baño de su habitación, adentrándose en este para luego empezar a desvestirse. No era mucho lo que había que quitar, tomando en cuenta que solo cargaba unos pantalones desgastados. Podría haber nacido en el seno de una prestigiosa familia de la realeza, pero eso no significaba que fuese parte de ellos. Usar telas costosas y diseños de alta costura nunca había sido parte de su vida.

Observó su cuerpo en el gran espejo colgando de una de las paredes y detalló cada parte de éste. Frunció el ceño y bajó la mirada tratando de evitar que las saladas lágrimas comenzaran a escurrirse de sus ojos. ¿Por qué no era suficiente para ellos? Ojos claros, cabellos rubios y piel tan blanca como la nieve. Así eran los Kim... menos Taehyung. A parte de ser renegado por su padre desde su nacimiento, a su desgracia se le sumó el hecho de que no "cuadraba" lo suficiente con la imagen de cómo debería ser un miembro de la alta dinastía. Orbes color miel, piel tostada y cabellos castaños, un completo error, pensaban todos.

Hundió el pequeño barril de madera en el pequeño "pozo" de agua que las sirvientas se encargaban de llenar siempre y a continuación mojó todo su cuerpo, derramando el agua lentamente del barril, mojando su cabello y empapándolo, dejando que su cabello se pegase a su frente y cubriese sus ojos. Repitió la acción unas cuantas veces más, lavando todo su cuerpo y borrando todo rastro de sueño de él. Ya terminado el baño, secó su cuerpo y prosiguió a vestirse. Como siempre, usaría alguna de sus camisas holgadas, de esas que la tela es suave pero casi transparente. Usaría uno de esos pantalones desgastados y con uno que otro parche que el mismo le había puesto. Usaría sus viejos zapatos negros, esos que conocen cada lugar que el castaño conoció. Y poco le importaba andar con esas prendas, después de todo, al lugar a donde se dirigía no necesitaba otro tipo de ropa.

Desde pequeño siempre le gustó jugar en el jardín del castillo. A pesar de no tener amigos, nunca se aburrió si estaba entre las flores del gran jardín. Adoraba verlas crecer, darles agua, cuidarlas y estudiarlas. Es así como poco a poco, con ayuda de la gran biblioteca del castillo, aprendió todo lo que debía saber de cada flor y planta. Lo que no sabía el pequeño Taehyung de ese entonces, es que se convertiría en un hombre con un conocimiento demasiado amplio, cuidando y estudiando las plantas de tal manera que se convertiría en su más grande tesoro.

Caminando por el largo pasillo hacia el jardín, cerró sus ojos por un momento y dejó que los rayos del sol tocasen su rostro, llenándolo de ese calor tan agradable por las mañanas que tanto le gustaba. Escuchó a los pajaritos cantar y a las hojas de los arboles sonar por la brisa matutina. Había pocas que a Taehyung le gustase y le hiciera feliz, y una de esas cosas eran las mañanas cuando caminaba hacia su jardín. Por lo general, a esas horas todos se encontraban comiendo el desayuno en el gran comedor, pero Taehyung prefería coger algunas manzanas y peras de los árboles de su jardín y sentarse sobre las ramas de los arboles a comer mientras miraba a sus flores brillar.

Smeraldo Flower ✾ VMIN osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora