I🍭

22 3 6
                                    

— ¿Qué debería elegir? – susurré.

Me encontraba en el supermercado haciendo las compras, esta mi primera vez sola aquí, normalmente vengo con alguna de mis amigas, pero hoy todas salieron.

— Jmm –gemí.

Ramen de carne o picante, es tan difícil decidir.
Salí de mis pensamientos cuando escuche la puerta del supermercado abrirse, en ese momento entro un chico, automáticamente me sonroje. Era Suga, el idol al que veo cada día en los ensayos, el cual por alguna razón me odia.
Tome ramen de carne y me fui a otro pasillo, no quería que ese chico me viese.
Justamente me tope con el pasillo de la crema de maní, mi maldita obsesión.
Mire hacia el otro pasillo y ahí estaba el pelinegro, comprando ramen, me quede observándolo por un momento, sus ojos daban miedo, en ese instante él levanto la mirada y se dio cuenta que lo observaba, rápidamente aparte la mía y seguí con mis cosas. Este chico me pone nerviosa, no lo quiero cerca y se que el tampoco a mi, me lo demuestra día mi día.
Salí de mis pensamiento nuevamente y me concentré en lo que estaba haciendo.
Me pare en puntas de pie para alcanzar la crema de maní, pero mi altura no me permitió hacerlo

— Mierda – susurré.

— Las niñas bonitas no deben decir groserías.

Era Suga, el cual había tomado la crema de maní por mi.
El chico se encontraba detrás de mi, apoyando algo.. Al sentir su respiración en mi cuello me estremecí. Estábamos tan cerca el uno del otro que me puse muy nerviosa ¿Cuándo se había movido? Es un ninja.
Rápidamente me di vuelta quedando cara a cara, pude sentir mis mejillas arder al percatarme en la posición que estábamos, no podía hablar, hasta que tome fuerzas y dije.

— ¡No me toques! ¡Ser.. –me tapó la boca rápidamente.

Dios Eunha, eres genial, gritarle a uno de tus superiores, cada día te superas.

— Eres odiosa –dijo.

Me dio la crema de maní y se dio medía vuelta para seguir su camino.

— Y tu un idiota –conteste, él me miro con mala cara, como siempre y fue a la caja.

Me puse nerviosa al darme cuenta que yo debía ir a la caja, no quiero estar cerca de él, me da miedo.
Me dirigí a la caja, para suerte Suga ya se estaba yendo. Puse las cosas encima del mostrador tranquilamente y pague.

— Adiós –salude al chico de la caja con una sonrisa.

Me del dirigí a la salida casi saltando, cuando la puerta de abrió iba a salir pero él lo impidió, me había tirado al suelo.

— ¿Estas bien? –preguntó, pero al darse cuenta que era yo, contestó– Ah, eres tu.

— Eres grosero, arrodillate y pedime perdón.

— Si, como no.

— Min Y... –tapó mi boca rápidamente.

Y dio media vuelta, no se como lo hizo pero nos encontrábamos en el depósito.
El me sostenía de la cintura con una mano y con la otra tapaba mi boca, miraba atento a la puerta del lugar.
Escuché unos gritos y me di cuenta de lo que sucedía, fans.....

— Quedate  callada.

— Esta b... –volvio a tapar mi boca.

— Dije que te calles.

— ..... – lo mire con mala cara y el sonrió burlón.

Cuándo las fans se fueron, tome mis bolsas y salí rápido del lugar. Ya era de noche y tenia que volver a casa caminando.

— Sube –dijo Suga.

— No gr.. –me interrumpió.

— Sube – creo que le gusta interrumpirme.

— ¿Me pedirás disculpas?

— ¿Disculpas? –preguntó burlón.

— Disculpas aceptadas –le dedique una sonrisa y este me miro con en ceño fruncido.

Subí al auto y le dije la dirección de mi departamento, este se dirigió a él.
En el camino el ambiente se volvió muy silencioso, él no me agrada y me daba un poco de miedo, pero también odiaba el silencio, así que...

— Y.. ¿Qué tal tu día? –pregunté para romper el silencio.

— ¿Te importa? –quito la vista del camino y me miro.

— Yo.. –ya me había intimidado nuevamente.

—  Llegamos.

— Gracias –baje de su auto e hice una reverencia.

— Lo siento, por lo de hoy –dijo ¿sonrojado?

Luego de decir eso aceleró el auto y se fue rápidamente, que chico más bipolar.

🍭

— Toma –Yoongi dejo las bolsas encima de la mesa.

— ¿Por qué tardaste tanto? –preguntó Jin.

— Fans... Ah, y creo que el auto tiene unos raspones.

— ¿De nuevo? –preguntó Jimin riendo.

— ¡¡Te dije que conduzcas despacio!! –grito NamJoon.

— ¡¡El otro conductor cruzo en rojo!!

— ¿Estas seguro? –preguntó Jin.

— Puede que yo también, pero el tubo la culpa.

— No conducirás más –dijo Jin serio.

— Gracias, iré a dormir.

— Un día de estos lo matare –agregó NamJoon y se sentó en el sofá.

— Los niños sos así –dijo Jin burlón y se fue de la habitación.

All I Want ➸ втѕ - мygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora