¿Alguna vez han escuchado sobre casualidades?
Dios definitivamente no castiga dos veces.
Este era el caso de Harry, su moreno era su casualidad; y es que uno pudo haber sido dañado muchas veces, y por necesidad tienes que curar tus propias heridas y seguir. Eso era Harry, huyendo de un hogar roto, donde sus padres jamás aceptaron su homosexualidad y Des, su padre, lo obligase a asistir a bares de mala muerte donde mujeres bailaban por dinero. Ya sea hobbie, gusto o necesidad. Era desgastante ver a tantas chicas rogarle que no fuera un cerdo, que ellas accederían a hacerlo bien y por gusto. ¡Era inevitable no sentirse mal! Él las calmaba mencionándoles que era gay, y que sólo tendrían que fingir haber tenido sexo, hubo sólo una vez donde se atrevió a demandar al local en anonimato, y por suerte este fue cerrado al notar las condiciones de las trabajadoras y que algunas de ellas eran menores de edad, trabajando en contra de su voluntad. Le hubiese gustado recibir una felicitación por eso, pero sólo ganó hacer a oídos sordos lo que su padre decía del maricón que los habría denunciado de manera anónima. Su mayor gusto fue saber que ya no serían maltratadas.
Cuando salió de casa a los dieciséis, siguió estudiando sin embargo, uno de sus profesores financiaba costos que la beca de Harry no cubría, y así terminó la preparatoria con títulos, haciendo sentirse orgulloso a su profesor y Louis.
Años más tarde, él y su mejor amigo encontraron un empleo en una tienda de discos, donde conoció a Zayn, un amigo de Louis. Él llamó la atención de Harry por completo, con esa sonrisa y trato dulce, esa manera de hacerlo sentir por las nubes con tan sólo un beso; Zayn lo tenía malditamente loco.
Así fue cuando se entregó a él por primera vez, todo era inocente, cuidadoso, cuidó la piel de Harry como si fuese la misma y se unieron en uno solo, en un vaivén que creó lo mejor de ellos mismos.
Esta es la historia resumida, claro, jamás nadie sabría el gran secreto que ambos guardaban, el que juraron guardar de por vida.
Veinticinco de marzo; Doncaster.
Las calles eran frías en aquella época, Zayn caminaba por las calles escondiendo sus manos entre los bolsillos de su saco para mantener el calor en estas, deseaba llegar al café más cercano para tomar un chocolate caliente, pero no pudo evitar escuchar esos sollozos, acercándose a un callejón medio vacío.
—Suélteme, se lo suplico.—rogó aquella voz.
—Vas a darme lo que quiero.—se escuchó la segunda voz.
—¡No, aléjese por favor!
—Amigo, déjalo en paz.—intervino Zayn, sorprendido al ver a Harry ser acorralado, con su rostro hinchado y su cuerpo titiriteando.
Tragó saliva al ver el arma apuntándolo, pero reunió todas las fuerzas su ángel estaba siendo lastimado.
Sé abalanzó sobre el hombre atacándolo y lográndolo bloquear, suspiró con fuerza al verse sobre él forcejeando con el arma, y sólo bastó un sonido sordo para que las miradas de él y Harry se conectaran con miedo.El arma se había disparado.
Y ese hombre estaba muerto.
Zayn se levantó observándolo sin vida, y corrió hasta Harry para acunarlo, tomando su mano con rapidez para salir del lugar, quitó sus guantes y huyó de ahí con Harry, nadie podía saberlo, él sólo protegía a su niño.
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CASTIGOS - ZARRY STALIK (EN EDICIÓN).
FanfictionÉl amaba a Zayn, y seguiría con él incluso si debía morir.