La presidenta y su mascara

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—ustedes vayan al gimnasio yo iré en un rato más.—
— bien ¡nos vemos allá! — dijo Veronica agitando la mano.

Entre tanto Kande se dirigía a la salida de la escuela en la que se supone que estaría él esperando. 
Miro hacia todos los lados y logró verlo sentado en una banca al lado de un árbol, estaba vestido con una capucha negra que ocultaba su rostro, era obvio que nadie podía verlo.
— tardaste mucho — interrumpió su voz grave.
— si ya lo sé acabo de recibir el video.
no iba a estar mucho tiempo ahí si alguien la veía sería sospechoso, sin más que decir le entregó el teléfono y camino rápido a la entrada, los gritos de alianza y compañeros vociferando a todo pulmón le indicaron donde estaba el gimnasio.
Anders observó cómo se escabullía entre los demás para llegar a las gradas en las que estaban Veronica y Belén quienes la recibieron con una gran sonrisa a la que Kande correspondió.
<< que Hipocrita>> pensó.
— ¡hey Anders cambia tu cara o nuestra alianza va a perder!— Brent saltaba eufórico sujetando un cartel color verde que decía "alianza azul pueden pudrirse" a nadie le sorprendía el humor algo negro que lo caracterizaba.
En ese momento Kande y Anders cruzaron miradas, un escalofrío recorrió su cuerpo. Ambos sabían lo que iba a pasar.
— ¡bienvenidos todos a el aniversario de la escuela Francis Drake! — todos gritaron y se levantaron de sus asientos todos a excepción de algunos que otro "amargado" que se quedaba sentado entre esos estaba kande.
— para comenzar dejaremos a la presidenta de el centro de alumnos con un saludo para ustedes —
Entre aplausos y silbidos Mayra subió al pupitre y con una sonrisa ordenó algunos papeles que tenía en la mano y comenzó su discurso.
— es una gran alegría estar todos reunidos celebrando el aniversario de nuestra escuela, y para recordar la historia y el legado que varios de ustedes han dejado hemos preparado un video homenaje.—
El video comenzó con un recorrido de la cámara por los pasillos de la escuela y el saludo de algunos estudiantes pero cuando el director iba a hablar la transmisión se interrumpió y en vez de un fraterno saludo el video de mayra teniendo sexo con un "desconocido" dejó a todos con la boca abierta.
Ella estaba congelada, no lo podía creer, luego de estar paralizada por algunos segundos bajo de el escenario y con todas sus fuerzas gritaba — ¡esa no soy yo! — las risas de sus compañeros la hicieron entrar en pánico — ¡hey Mayra! ¿Cuanto la hora?— le gritaban los demás. Comenzó  a llorar en medio del gimnasio, cubría  su rostro con ambas manos asustada. Quería morir, pero su mirada chocó con la de Dylan quien solo la miro fugazmente con desprecio.
No aguanto más y salió corriendo por la salida las risas y murmullos de los demás no se detuvieron.
— oye Veronica...¿recuerdas cuando dije que Mayra era una puta? — dijo Belén.
— si...— contestó la otra, ambas tenían la mirada atónita estaban en shock, ver que la presidenta del centro de alumnos tenia sexo con otro tipo no era algo a normal.
— ¡pues tenía razón! —
Kande fingía asombro, cualquiera diría que estaba apenada por la mala broma que le hicieron a la pobre chica, pero solo era una máscara que se ponía para ocultar su inmensa alegría, quería reír, a carcajadas, hasta llorar de la risa. Tal y como la presidenta lo hizo con ella.
Luego de haber terminado el evento todos salieron del gimnasio comentado el acontecimiento — pobre Dylan tan enamorada que estaba de Mayra— era lo que decían las chicas, los comentarios de los hombres eran más vulgares — ¿puedes creer que la presidenta gemía tan bien? — decían acompañado de alguna que otra risa.
Anders caminaba con la mirada pérdida mientras Nathan y Brent bromeaban ente ellos. 
En los casilleros cerca de la sala de literatura, la vio, estaba como de costumbre hablando con Veronica y Belén que no paraban de reír, quizás era por el video o por cualquier cosa que creyeran graciosa, se sentía un poco culpable por Mayra, no era como si estuviese enamorado de ella porque tal y como dijo Kande, era solo una diversión. 
Al término de clases cuando el timbre había alertado que su libertad había llegado, un gran auto color negro estaba estacionado a la salida. Ya sabia de quién era. Edward y su sobrina subieron y como si nada hubiese pasado se largaron a la gran mansión en la que vivían.
— ¡mira ese hermoso auto! — exclamó Nathan.
— Que vida la de su sobrina ¡ya quisiera tener un tío así! Como el de...¿como se llama la sobrina de Edward?
—no tengo idea...y eso que está en nuestra clase.
— Kande
Brent y Nathan se miraron entre ellos extrañados, hace prácticamente dos horas que Anders no hablaba y que coincidencia que lo hiciera justo en ese momento recordando el nombre de un chica con la que nunca ha hablado.
—y...¿como es que sabes su nombre? — preguntó Nathan con una sonrisa traviesa.
— su tío me paga por hacer tareas en su casa, barrer las hojas del patio, ordenar en garaje...— Anders empezó a apurar los pasos — de hecho hoy tengo que pasear ir a recibir mi paga ¡nos vemos!
Se despidió de sus amigos doblando en una esquina que lo llevaría directo a la mansión de Edward, cuando faltaba una cuadra para llegar el figura de un tipo alto y delgado choco con la suya.
— ¡fíjate por donde caminas! — dijo Anders levantándose del suelo.
El tipo solo lo miro, tomó su mochila y volvió a caminar pero un sobre blanco cayo al suelo, Anders lo recogió y observó el nombre que tenía escrito
"Samuel Landon" el nombre le sonaba conocido, lo había escuchado en algún lado. De inmediato le entregó el sobre, el otro tardó en recibirlo y cuando lo hizo se fue sin decir gracias, lo que dejo molesto a Anders.
— podrías decir gracias — susurró.
Luego de caminar diez minutos para recién poder llegar a la entrada y ser recibido por un perro que no paraba de ladrarle hasta.
— ¡Jacob! — Kande había salido de la caza con un pato de ule, al instante el perro corrió hasta ella para tomarlo, Anders pudo jurar que el perro  estaba sonriendo mientras era acariciado por su dueña.
— vengo por el dinero y no tengo mucho tiempo.—
— lo sé espera aquí—
<<maldición, más vale que se apure no quiero que me vean hablando ella>> pensó. 
Sintió algo fregando sus piernas, el perro de mala raza se estaba refregándose — sale de acá no soy tu dueña— lo reprendió pero el perro seguía, se paraba en dos patas enseñándole se juguete, Anders trataba de alejarlo pero el perro insistía.
— está bien están bien ¿quieres que vea tu Pato?— dijo poniéndose  en cunclillas.
De pronto sintió una larga y babosa lengua en su mejilla, el perro se le había abalanzado tirándole al suelo, Anders lo reprendió de nuevo sin éxito, no tardó mucho en rendirse y comenzó a hacerle mimos mientras reía y jugaba con el.
— aquí tienes — se detuvo un seco.
— ah em...gracias— dijo reincorporándose. Kande lo miró sin ninguna expresión.
— antes de que te vayas necesito decirte algo—
— te escucho
— no se que tramas pero estoy dispuesto a colaborar a cambio de un buen salario— Kande no respondió, estuvo callada por varios segundos.
— ¿estás seguro? Lo que viene no es muy fácil de hacer.
— no me importa solo necesito el dinero.
— está bien. Pero no hay vuelta atrás..y si por alguna razón abres la boca te cortaré eso que tienes entre las piernas antes de lo uses nuevamente.
— no hablaré si es que me pagas bien ¿es un trato? — dijo estirando su mano.
— claro — y ambos cerraron el trato.

Sin perdón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora