No lo entiendo

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- Hola- La voz dulce y suave de una niña pequeña consiguió sobresaltarle tanto que tuvo que apoyar su espalda en el respaldo del banco para no perder el equilibrio después del bote que había dado.
- Hola- contestó él con una vocecilla algo asustada.
- ¿Cuántos años tienes?- preguntó la niña curiosa.
- Seis
- Eres muy pequeño.- Afirmó sabionda la chiquilla subiéndose ella también al banco con cierta chulería.- Yo tengo casi diez.- Presumió.

Era la primera vez que una chica mayor se acercaba a hablar con él y el niño no supo muy bien como reaccionar. Se decantó por esbozar una sonrisa y tratar de no hacer ni decir cosas raras que le hicieran parecer un bebe o un loco.

- ¿Por qué estás solo?- preguntó al fin ella, que en parte se había acercado solo para asegurarse de que estaba bien.
- Porque no puedo jugar.- lamentó el niño. La chiquilla observó su alrededor; los toboganes, los columpios, un grupo de niños jugando al fútbol, otro grupo jugando al escondite...
- No lo entiendo.- Ella tampoco sabía jugar al fútbol casi, pero había otras muchas cosas a las que jugar así que no era capaz que comprender porque ese niño no podía jugar a nada.
- No veo.- Explicó el niño con un tono algo triste pero como si estuviera acostumbrado a enunciar aquella frase.

La cría se acercó más a él, plantando su cara a pocos centímetros de la del crió y mirándole fijamente a esos ojos que en ningún momento la habían mirado fijamente. De pronto se mente se abarrotó de dudas.

- ¿Pero qué es lo que no puedes ver de aquí?
- Todo.- El niño respondía con obviedad.
- ¿Ni los columpios?
- No
- ¿Ni el cielo?- Con cada pregunta la niña se mostraba más extrañada y el niño más firme.
- No
- ¿Y ENTONCES QUÉ VES?
- NADA

Se produjeron unos segundos de silenció mientras la chiquilla pensaba y pensaba preguntas que hacerle para conseguir comprender lo que ocurría.

- ¿Lo ves todo negro?- la inocente calma regresó a sus tonos.
- ¿Qué es el negro?- Ahora era el niño el confuso.
- Es como el gris pero más oscuro.
- ¿Y qué es el gris?
- JOPE, PUES UN COLOR.- Él crío se quedó callado porque sabía que si volvía a preguntar algo parecería tonto y la chica mayor se enfadaría y se marcharía, pero ella lo notó y trató de ser más simpática.- ¿No lo entiendes?
- No- respondió con vergüenza.
- ¿Qué es lo que no entiendes?- Él dudó antes de abrir la boca.
- No sé que es un color...
- Pues un color es... es como cuando... es un...- La seguridad con la que la niña empezó a explicar se fue rompiendo a medida que se dio cuenta de que no sabía cómo hacerlo. Observó a su compañero de banco, que se encontraba cabizbajo, con las piernecitas colgando.- Es algo que no es importante...- Mantuvo su tono de niña repipi como si de verdad hubiera conseguido acertar la pregunta y miró al jovencito con lástima un instante, antes de sonreír.- ¿Vienes a jugar?- El niño levantó la cabeza e intentó orientarla hacía la dirección desde donde provenía la voz.- Si quieres yo te empujo en el columpio.- Ambos sonrieron esta vez.

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2018 ⏰

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