Ninjago Rise: Episode I

Introducción

Desganado...

¿Perdido..de qué manera?

Desamparado...

Débil...

Sólo...

¿Cómo permitió que pasará esto?

Sentía una brisa helada recorrer por su piel. Se erizaba del frío combinado con la angustia...

Era desgarrador sentirse indefenso sin poder hacer algo más por el bien, simplemente no podría soportarlo, sus pulmones estaban demasiado débiles como su corazón.

Vió a todos ángulos, la humareda era densa y la aterrorizado como un niño indefenso con todo miedo a la oscuridad. Pone en su cara una pena de culpa y su respiración comenzaba a ser una acelerada a una ahogada por del líquido que yacía brotando de los ojos a la par ;gotas pasaban a mares, se desahogaba con cada segundo que pasaba hasta donde sus pulmones lo permitían. Entonces atisbó el pequeño libro tendido sobre la tierra. Lo tomó y vio la pluma que apartaba una página en blanco. Comenzó a escribir.

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Sólo pasaron algunos años... fuí muy ingenuo para darme cuenta...

Cuando ya era demasiado tarde.

¿Por qué tenía que ser la luz de la esperanza?

Era la frase con el que todo el mundo me comparaba, pero no eran concientes de que era más allá que vestirse de verde.

Una vez les dije...ser héroe no depende de la imagen, sino las acciones de bondad , no es necesario usar un traje para ser ninjas, así como no es necesario ser ninjas para luchar. Estando juntos y saber que nunca nadie nos podrá separar es lo más importante.

Y me acordé de ellos, siempre estuvieron ahí para cuidarme así como los cuidaba yo a ellos...de eso se trataba un equipo.

Recordé, exactamente eran las mismas palabras que les había dicho, el día cuando aquellos esquemas se rompieron dando mi vida un giro de 360 grados, el día que la pila de dominó comenzó a caer ficha por ficha.

Se me hacía imposible ver la realidad ante los orbes de mis ojos, el miedo me consumía internamente y tanto fue así, que ni me dí cuenta de que las manecillas del reloj habían marchado hacia el punto y final.

Mi deber era protegerlos como el maestro que alguna vez cuya palabra me bautizaron. También les dije que nada malo pasaría y tuvieran confianza en mí...ninguna de mis promesas fueron ciertas...

Pero, a pesar de las circunstancias el bien ganará, sino los pude proteger, lo haré con todos los que lo necesiten.

Hoy...

ahora...

Estoy haciendo una nueva promesa que juro por el primer maestro que no romperé otra vez. Terminaré lo que empezaron.

~El bien se levantará mientras yo siga existiendo~.

Diario firmado por Lloyd Montgomery Garmadon.