JAMIROFACT #10

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Jay Kay tiene una personalidad bastante especial.

Terco y perseverante, cuando se le mete algo en la cabeza, cuesta que renuncie a ella. Quizá esa sea la razón de su éxito.

Cuando se trata de fiestas, él es el alma, el que es capaz de llegar con un helicóptero cargado de cervezas y ketchup (literal). Jay siempre fue carismático, con una risa pegadiza y una actitud bastante amable.

 Jay siempre fue carismático, con una risa pegadiza y una actitud bastante amable

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Pero tambien tiene su lado B: posee una personalidad bastante bipolar. Un día puede saludarte e invitarte a una cerveza, connuna sonrisa cordial. Otro día puede ignorarte, como si no le importaras.

Arrogante y muy (muy) llevado a sus ideas. Muchos periodistas suelen odiarlo por aquello, ya que no es una "estrella pop sumiso" como pretenden hacer con el resto.

Jay no es ese tipo de estrella.

La palabra sumisión no está dentro de su vocabulario. Luchador, creativo, lleno de sueños...

Y un maldito seductor.

Cambiaba de novia como quién se cambia ropa interior, aunque nunca obtuvo relación estable, si no hasta los 36 años, donde al fin pudo casarse y tener a sus dos hijas: Carla y Tallulah.

No suele meterse con otros famosos, sin embargo dejó en claro su odio por Lady Gaga.

"Es solo musica comercial, cero creatividad. Ese excentrisismo plástico me molesta".

Claro que se llevó el odio del fanbase de Lady Gaga, pero aquello ni lo inmutó.

Como dije, es muy terco y muy llevado a sus ideas. Casi como el Tony Stark del clan Britpop de los 90.

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