De alfas y omegas

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Hay dos tipos de personas en la tierra: aquellas que se elevan y aquellas que se inclinan.

Eran las palabras que mi padre repetía cada que podía, como un mantra aleccionándome con el trascurso del tiempo, su voz resonaba en mi cabeza cada que mostraba un signo de debilidad ante los ojos de la familia...

Porque ser el mayor y un Alfa de una orgullosa estirpe no es fácil, menos cuando no encajas en el molde prediseñado para ti.

No tuvo que pasar mucho tiempo para notar que era diferente a otros Alfas que conocía, no disfrutaba de juegos que involucraran fuerza bruta ni tampoco tenía interés en imponer mi "superioridad" a los demás, simplemente prefería guiarme por la senda pacífica y si se podía resolver un conflicto con palabras, siempre era mi opción predilecta.

Pero la presión constante y las miradas de desaprobación no fueron las que me llevaron a elegir una carrera fuera de lo que mi familia esperaba, fue la ansiada libertad y la necesidad de dejar atrás aquel estigma que me marcaba como diferente lo que le hizo que, una vez graduado, aplicara una solicitud como pasante en una importante empresa de videojuegos en la capital, lejos de todo y todos, o era al menos lo que esperaba.

Así que ahí me encontraba, de pie frente a un edificio gigante de color cromo en el corazón de la urbe, intentando escapar de un pasado que parecía no querer dejarme, en una ciudad nueva y sin nadie que pudiese reconocerme, sintiendo mi corazón latir con rapidez y mi estómago hecho trizas por los nervios, era eso lo que quería, un comienzo.... Me forcé a caminar hacia la entrada del lugar, deteniéndome un poco en uno de los espejos que conformaban la pared del lobby del recinto para verificar mi aspecto; mi cabello castaño parecía igual de arreglado que cuando salí del hostal y por suerte no había bolsas bajo mis ojos negros que revelasen las pocas horas de sueño en la noche anterior, así que con esa última inspección procedí a ir al mostrador a registrarme, ahí una señora de mediana edad y con cara de desear que su turno terminase me recibió, con algo de mala gana me pidió mi nombre y solo después de checar en el sistema que realmente aparecía me dejo ir al elevador que daba a las oficinas.

Tuve que revisar en mi teléfono de nuevo la información que nos habían dado a los nuevos reclutas para no equivocarme de piso, y así, con los nervios a flor de piel, llegué al piso cuatro.

Cuando el elevador se abrió note el silencio roto por el traqueteo de las teclas que inundaba el lugar, parecía que ese área se enfocaba más en lo administrativo que en el desarrollo, me había quedado observando todo con el celular en la mano cuando el elevador empezó a cerrarse frente a mí, el movimiento repentino hizo que reaccionara y pusiera mi mano deteniendo las puertas para salir justo a tiempo, traté de pasar desapercibido por los trabajadores, sin embargo, al escucharme habían volteado a ver de qué se trataba y ahora parecían divertidos con mi pequeño accidente.

-Vaya manera de empezar- Me murmuré a mí mismo sintiendo mis mejillas arder por la vergüenza mientras el elevador se cerraba detrás, sin saber muy bien a dónde dirigirme, observé el lugar; las paredes se mantenían de un blanco puro y los escritorios negros resaltaban entre los cubículos, al final de la estancia estaba lo que parecía una sala de juntas, fue ahí cuando me di cuenta que ese era el lugar al que debía dirigirme, intentando no volver a llamar la atención y parecer un idiota por quedarme parado más tiempo del necesario, caminé hacia aquella sala, podía ver por el vidrio que delimitaba el área que había otras tres personas aparte de mí, todos parecían igual de nerviosos, y eso por alguna razón me hizo sentir más tranquilo.

Una vez entré, volví a cerrar la puerta detrás de mí y tomé el primer asiento disponible que encontré, la sala era grande; con una mesa de mármol negro en medio, una de las paredes era completamente de vidrio por lo que la vista de la ciudad era impresionante, supuse que seguramente ahí se tomaban las decisiones importantes.

De alfas y omegasWhere stories live. Discover now