Cundo desolada a la ternura de tu lecho,
Cuándo más la vida me desola perturbada,
Curso sin reparo los senderos de tu pecho,
Donde más aguarda la vital e ilusionada
Estima, que menos triste al alma mía
Vuelve vibrante esperanzada.Que de mí cuándo esté marchita
Reverberate la danza ardiente,
Que no se extingue más que en la silente
Bienvenida a la eterna vida.Que será de la tan fielmente
Virtud del haberte amado,
Si fuera estridente la voz del hado,
Sabiendo no hallarte en la próxima orilla.Ay amor, que de a dos me haz hecho
A mí misma, es tiempo y partida
Hacía un mundo floreciente,
Dónde hacer de luz la morada prometida,
Dónde aguardar herida tú sol naciente.