Oye! Me prestas un carrito?

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Me da nauseas saber que la sociedad te juzgara por todo lo que hagas, pero, te preguntaras por que hablo de esto, tu eres importante ya que tu estas leyendo esta andrajosa Vida en un libro, que tal vez, si o no te llegue a gustar.
Te empiezo a contar que te hablare sobre un chavo que su mundo son cuatro paredes en su hogar, son cuatro paredes en su Trabajo, son cuatro paredes en la universidad y en el gimnasio.
Este chavo es de un pueblo pequeño de un país pequeño, que tal vez jamas haz escuchado.

No recuerdo muy bien los únicos episodios que tengo en mi mente sobre mi pobre infancia, ya que es como si yo hubiera visto una película antigua en blanco y negro que tarde o temprano pasara de moda.

Aun recuerdo que mi madre trabajaba en un lugar donde vendían cosas para la salud, pero yo hasta acá no comprendía para que trabajaba, lo que recuerdo es que todas las noches llegaba a casa y tomaba un cinturón y con mucha rabia lo empuñaba y lo lanzaba contra mi; recuerdo que mi abuela despertaba por mis gritos de dolor y corría a protegerme.

Mi madre siempre me decía que jamas debí de nacer, pero en mi ignorancia o en mi inocencia no sabia que era lo que trataba de decirme, según relatos de mi abuela dice que cuando tenia tres años mi madre me dio leche inservible, por efecto, pare en el hospital, en ese entonces, mi padre aun vivía con mi madre, por lo que mi hermana fue pro creada, y la ilusión de que todo cambiaría después de que yo mejorara. En ese mismo año mi padre nos abandona, y yo quedo enfermo de por vida.

Muy ansioso de entrar por primera vez a la escuela, mi madre nos dejo a la suerte de mi abuela, la cual, nos adopta, a mi hermana y a mi.

Creerás que todo lo que te cuento, ya lo haz escuchado antes, una típica historia de una familia sin padres, tal vez a ti también te haya pasado algo similar o probablemente no, pero te diré que seré desde aquí muy abierto y un poco explicito.

No obstante la vida puede dar giro no solo de ciento ochenta grados o de trescientos sesenta, si no también de miles de grados. En mi habitación de color amarillo con mis piernas una sobre otras y mis manos sobre Ella, veo el semblante de una mujer atravesar esa puerta con un folder en la mano, y expresando dijo: -Alex, te vas mañana, yo en mi infancia no sabia a que se refería con "te vas mañana", ese mismo día me llevaron a un lugar donde veía entrar a gente de una forma y verlas salir de otras, en la cual mi mama y yo entramos; vi unos monstruos que sonaban como moscas gigantes, que se comían la cabeza de otra persona que estaba sentada, frente a ESA persona se hayaba una gran televisión que reflejaba a la persona como son de tortura y hombre vestido de blanco que mandaba a los monstruos, la silla tenia muchos ejes que movían al hombre que era devorado por el monstruo ruidoso, vi a Otro monstruo de dos orificios que eran sus ojos y una boca larga de metal y sin dientes que el hombre de blanco metía sus dedos en los orificios para hacerlo funcionar y como resultado hacer torturar al hombre que estaba sentado. Me dio mucho miedo estar en ese lugar que quería salir corriendo y dejar a mi mama allí, llorar fue lo único que me quedo, lo mas horrendo de eso fue que al final de todo salio el monstruo mas espantoso que yo recuerde, un monstruo que tenia la boca muy abierta y que soplaba muy fuerte en la cabeza del hombre como si quisiera tragárselo de una vez, mi madre me dijo: ?ves a ese hombre de blanco?, yo en afirmación solo moví mi cabeza, Ella me dijo: - A personas como a el se les dice peluquero, yo aun con mas temor no quería estar allí, aparte que fuera un monstruo, también tenia nombre.

Llego mi turno de sentarme, mi madre jalandome vi hacia abajo un gran hoyo lleno del cabello de las personas que el monstruo se había comido, pusieron un banquillo entre mi y la silla para que me reflejara en esa televisión horripilante, detrás de mi escuche al monstruo de sonido de mosca, y de un salto baje de esa silla, pero mi madre me llevo de nuevo arriba y señalando un cajón le pregunto al monstruo llamado barbero: Oye! Me prestas un carrito?, el novio su cabeza sin cabello afirmativamente. Con pánico vi que me acercaría mama, y vi un auto color rojo, en el instante que me dio el auto de juguete no sentí miedo y de pronto sentí al monstruo que hacia ruido de mosca pasar por mi cabeza haciéndome cosquillas, luego vi al monstruo de los orificios rondar mi cabeza, vi que mi cabello caía, de repente empecé a sentir sueño, pero no me dormí por jugar, cuando de repente escuche al monstruo de boca abierta lanzarme mucho aire sobre la cabeza, la cual hizo que me sintiera muy feliz; al verme en el televisor, vi a un niñito con cabello corto y con forma, al bajar de la silla vi al barbero barrer el cabello, de premio me dio una paleta amarilla.

ReyluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora