Había regresado a su país natal una semana después del estreno de la película, tenía que regresar a tramitar su credencial que validaba que era mayor de edad. Realmente había aprovechado aquella semana, pues Tom y ella se habían puesto de acuerdo para salir esos días, en los cuales se fueron conociendo un poco más; él, además, le presentó a su mejor amigo: Harrison Osterfield, con el cual Madison tuvo una conexión al momento.
La primera vez que habían salido juntos Tom y Madison causó una gran revuelta en los medios de comunicación, sobre todo en las revistas electrónicas y redes sociales de ambos actores. Las revistas decían que era muy probable que estuvieran manteniendo una relación en secreto; y luego estaban las fans, quienes perdían la cabeza. Había chicas que comentaban en las fotos o twittes de ellos que eran súper lindos, goals, que empezaran a salir y hacer real el shipp que ya les habían creado: Milland. También estaban aquellas fans que andaban tirando odio hacia la joven chica, desconociendo el daño que le causaba tanto odio.
Ese día Tom pasó por ella a su hotel. Su coche se había ido a petición del joven británico ya que cerca de donde se estaba quedando Madie había una tienda de helados que ella tenía que probar antes de irse. Así que, él puso su brazo para que ella pusiera tomarlo. La verdad hacían una linda pareja, se veían muy adorables juntos y lo mejor de todo, es que ambos se sentían cómodos con la presencia del otro. Caminaron tres cuadras, sabiendo muy bien que los venían siguiendo; era un poco incómodo para Madie pero la presencia de Tom la tranquilizaba y la hacía solo concentrarse en él y en lo que fuera que estuviera hablando.
Cuando Tom abrió la puerta de la heladería dejando pasar primero a Madie, les invadió una leve brisa fría pero aun así entraron e hicieron fila. Varias chicas y chicos del local se acercaron a los actores para pedirles fotos y autógrafos. La mayoría querían una con Tom, pues así eran las fangirls pero una chica se le acercó y tímidamente le pidió que firmara su celular para luego tomarse una foto. Madie se sintió increíblemente bien al ver la enorme sonrisa de aquella chica, ella había causado eso.
—Espera— dijo antes de que la chica se fuera, la cual al escuchar que la actriz le hablaba volteó lentamente.
— ¿Si?
— ¿Tienes cuenta de Twitter? — a chica asintió— ¿Te molestaría decirme tu nombre de usuario? — preguntó Madie, a lo cual la sonrisa de la joven se ensanchó más. Le dictó su nombre y cuando la joven mexicana lo encontró, le dio seguir. Incluso hasta le pidió las fotos que se habían tomado por medio de la red social ya mencionada.
Tom, mientras firmaba autógrafos y se tomaba fotos, pudo observar a Madie conviviendo por primera vez con una fan. Sabía que lo había manejado de maravilla, y estaba orgulloso de eso. Luego, otra fan se le acercó a ella, pero le pidió a Madie si podían tomarse una foto juntas con Tom a lo cual ninguno se pudo negar. Todas las personas del local estaban increíblemente felices, unos por haber conocido a su ídolo y otros pos haber creado esa hermosa sensación en otras personas. Después de todo el alboroto, por fin pudieron comprar los helados (o bueno, Tom pudo ya que no dejó que Madison pagara nada, gesto que enterneció a todos los presentes).
Salieron del local y se sentaron en las mesitas de afuera ya que había un bello día soleado, con el cielo totalmente descubierto. Estuvieron platicando lo que para ellos fue una cosa de nada, pero realmente habían pasado dos horas y media. Llegó un punto en el que a los dos se les olvidó que vivían en el mundo de la fama, que solo eran dos jóvenes pasando una tarde como amigos. Pero como dice la frase: todo lo bueno llega a su fin. Tom acompañó a Madison hasta la puerta de su habitación.
—Muchas gracias por esta tarde, Tom. En serio me la pasé genial— le dijo mientras sacaba la tarjeta de la habitación.
—No es nada, Madie. Fue todo un placer pasar un día contigo.