La casa de corcho

inicio a una vida aceptable (capitulo piloto)

Ella me miró con sus grandes ojos melancólicos, en su mirada algo realmente me perturba, la manera en que me mira, sus ojos lagrimiantes me destruyen por dentro. Tomó mi mano con suavidad y delicadeza, luego acarició mi rostro.
-sabes bien que lo que viene no es bueno- las lagrimas se resbalan por sus mejillas, que por tanto llanto se tornaron de un rosa suave y para nada sutil.
Su expresión me dejaba totalmente congelado, los labios le temblaban. Personalmente consideraba que su actitud era exagerada viniendo de ella, aunque claramente agobiante; ella sabe partir de 0, yo no se como puede hacerlo, yo no puedo nisiquiera acostumbrarme a lo que tengo ahora y a lo que soy ahora.
-todavía no me acostumbro a mi ambiente habitual y quieres que nos cambiemos nuevamente, ¿tú crees que solo tú estas sufriendo?- en cuanto se lo dije ella no podía ocultar más su llanto
-esto no es mi culpa, no puedo seguir pagando este lugar y no deberías quejarte tanto, sabes cual es nuestra situación-
-¿nuestra situación? ¡Esta no sería nuestra situación si me dejaras ayudarte trabajando! pero no quieres recibir ayuda y menos de mi parte, deberías dejar tu orgullo de lado y admitir por una vez que no tienes el control de la situación-.

Solo me fuí a mi cuarto, cerré la puerta de un golpe, desesperado por que todo esto termine, que sea solo un sueño y deseando volver el tiempo atrás.
Ya llegando a este punto de la historia quizás te preguntes quien es "ella" con la que discutía,y antes de que te desilusiones porque te imaginas algo mas interesante que lo que estoy por decirte o te imagines algo más, tengo que dejar en claro que es mi hermana, ¡lo se!, se que te esperabas a mi novia o alguien mas novedoso que mi hermana, ¿decepcionado? espero que no; el nombre de mi hermana es Rubí, pero yo le dijo Rui, y aunque pienses que mi hermana no es interesante, dejame decirte que ella es realmente más que una hermana para mi, y quizás te interesa saber por qué es más que una hermana, pero esperaremos a hablar de eso en otro capitulo.
Ahora me siento mal por haberle gritado a Rui, pero tengo que matenerme firme ante una discusión con ella; pero aún así no podía parar de llorar por mi actitud y por como no la dejé ni hablar. Me fuí a acostar con los ojos rojos, las manos frias, y la cara palida. En estos momentos de pena y angustia me gustaría tener a mis padres presentes, poder hablarles, oler sus perfumes, y acurrucarme en medio de su cama; pero esa realidad no es para mi, es la realidad de la gente con suerte, dinero y recursos, hace muchos años que no se encuentran presentes, y mi hermana y yo tuvimos que tomar el control de las cosas por nosotros mismos, sin nadie que nos ayudara, al principio claramente fue duro, pero la vida es dura, ¿no?
De un momento a otro ya estaba dormido, totalmente consumido por el sueño.

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Ya es un nuevo dia, con nuevas expectativas, pero mi realidad sigue siendo la misma de siempre, mi hermana se fue a su ultimo día de trabajo antes del cambio, y yo empaco nuestra ropa, nuestras pertenencias mas valiosas y decoración de nuestra casa. No tenemos dinero para pagar una mudanza así que hay que guardar las cosas sigilosamente.
Aún no puedo tragar la noticia, mañana nos mudamos, a un lugar que aún no conozco, nisiquiera me dieron una idea de hacía donde nos dirigimos, o como es el lugar; creo que si no hubiera creado un berrinche ayer frente a mi Rui ella lo hubiera dicho.
Recuerdo la primera vez que mi hermana y yo nos mudamos, éramos solo niños, pero éramos solo los dos, y que otra opción podíamos tener con padres adictos, nuestro pequeño hogar era lo mejor que pudimos conseguir, sin que las autoridades se enteraran de que dos menores de edad vivían solos. Uno de los peores recuerdos de mi infancia fue cuando jugué con la billetera de mi papá y perdí un billete de bajo valor, Rui se hechó toda la culpa para protegerme y a ella le llegaron todos los golpes, mi papá estaba ebrio, así que no se reservo fuerza para él; mi papá gritó -ven para acá mocoso infeliz- también me llegaron golpes, pero no como a Rui, mi Rui.
Ahora que te cuento de esto me siento un estúpido por trararla mal -Nisiquiera pienso las cosas cuando las digo- fue lo primero que logré pensar, soy el peor idiota del mundo. Me tengo que disculpar con Rui, soy un pendejo, ella solo me cuida como siempre lo a hecho, y yo solo le quedo viendo como a ella le toca el trabajo pesado.

Me quedo dando vueltas en la habitación ya vacía esperando a que Rui entre y me pueda disculpar de una vez por todas
-llegué- se escucha la voz de Rui, su grito característico por el que los vecinos siempre se quejan.
-Rui, por fin llegas, Perdóname por favor, haré lo que tu quieras- se lo dije con la voz mas lamentable que puedo ejecutar.
-para mi siempre estuviste perdonado hermanito, ahora iré a mi cuarto a guardar lo unico que tenemos de "hogar"
-¿por que aún lo tienes?
-me recuerda a cuando en verdad éramos una familia-
Me acaricia la cara
-somos una familia Rui.
Rui fue a su cuarto a guardar esa piesa de porcelana, era una tetera muy fina con la que jugábamos antes de que nuestros padres se volvieran adictos a casi todas las sustancias con las que uno se puede drogar o alucinar.
-¡mierdaaaa!- grita Rui; fui corriendo a ver lo que pasaba, para asegurarme de que Rui estaba bien.
-Rui, ¡que pasó!, ¿Estas bien?
-mierda, mierda, mierda, mierda- la piesa de porcelana estaba en en suelo, en ya solo pedazos.
-que importa Rui, los recuerdos están en el corazón.
-esos malditos infelices- Rui lo dijo con todo el odio que nunca le dio a alguien, susurrando, porque todas sus fuerzas estan ocupadas mirando la tetera; la mira con tanto desden que pareciera que lo fuese a derretir con la mirada.
-¿por que dices eso?
-esos estúpidos tenían su droga dentro de la tetera- su voz me destruye tanto como recordar nuestros años oscuros.
-Rui, no sabes cuanto lo siento, ellos no tenían el derecho de hacer eso-
Se veía polvo por todas partes, en el piso, el el aire, definitivamente era droga.
-ya solo limpiemos y largemonos- estuvimos limpiando alrededor de 2 horas con tal de que no quedara ni la idea de que aqui había droga desparramada por todo la habitación.
Ya toda nuestra felicidad se fue al demonio, a la mierda, pero nosotros ya estamos acostumbrados a convertir un día de mierda en uno muy bueno.

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Ya estamos listos, Rui ya está guardando las cosas en el taxi, porque no tenemos dinero para pagar una mudanza en estos momentos; se que nos mudaremos a un peor barrio pero la casa aún es una sorpresa para mi, pero no lo será en unos instantes, Rui se ve más feliz que cuando nos regalaron helados en la calle, cantaba su "canción feliz" la que solo canta cuando siente que "los unicornios se le salen por la garganta" lo que algunas personas llamarían "mariposas en el estómago" pero esas son solamente pendejadas de estereotipos románticos impuestos por los medios.
Ya estamos afuera de la casa, que si, es una casa, yo me imaginaba un departamento o como maximo un dúplex, ¡pero es una casa! La reja se ve muy dañada y la casa pequeña, pero es más de lo que he tenido.
Cuando entro a la casa no pude evitar decir muy entusiasmado"¡por todos los cielos".

Continuará...