Capitulo 24. Tristán.

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Capitulo 24.

Tristán.

A la mañana siguiente, los rayos solares tocaron suavemente mi rostro justo diez minutos antes que mi despertador sonara. Me levante a regañadientes y arrastre mis pies hasta la cocina. A mitad de las escaleras me cubrió un delicioso olor, lo aspire un par de veces para comprobar mi hipótesis del desayuno de esa mañana.

Avena, mi comida para desayuno favorita. Mamá se había esmerado otra vez.

Tome otra bocanada de aire para absorber ese exquisito olor, y luego recordé el por qué de ese desayuno tan delicioso: durante toda la semana mi madre había cocinado todas mis comidas favoritas - el lunes fue un omelette de queso, el martes para el almuerzo cocino su famoso espagueti con albóndigas, y el miércoles como postre hizo pastel de queso - todo era parte de una especie de despedida.

Según los planes, el sábado era mi última oportunidad para ingresar al plan matutino de la universidad, por lo tanto, era también el día de mi mudanza. Aun no le había comentado mi idea de estudiar los fines de semana, porque el nudo de mi garganta permanecía atado por todo lo ocurrido con Gabriela en los últimos días.

Mis pies descalzos hicieron ruido cuando brinque los dos últimos escalones.

Llegue a la cocina y encontré a mi madre con una sonrisa gigantesca adornando su maternal rostro. Empuje perezoso una silla y me senté.

— Buenos días, Trisy — Pronunció con voz cantarina.

— Buenos días.

Cinco minutos después, mi madre me llevo un tazón gigantesco lleno hasta el borde de avena junto a mi cuchara especial, la cual es dos veces más grande que las normales.

Resople cansado y empecé a devorar.

— ¿Ya tienes todo empacado para mañana?

Un bocado se atoro en mi garganta y ocasiono que un ataque de tos me invadiera. Tome un sorbo de jugo de naranja mientras mamá intentaba salvarme de mi asfixia.

— Tengo que decirte algo... — susurré al momento en que me fue posible hablar.

—Dime.

Respire profundamente.

— ¿Qué pensarías si me inscribiese en el plan sabatino de la universidad?

— Nada, Trisy. El plan sabatino es genial.

Volví a toser pero me mantuve bajo control.

— Pero, ¿te enojarías si tomara esa decisión? — le dije —. Ya sabes, no mudarme a la universidad y quedarme viviendo aquí. Así solo tendría que ausentarme un día a la semana para recibir mis clases, seria menos costoso.

— Si es menos costoso, fantástico.

Rodé los ojos.

— No me importaría, Trisy. Es mas, estaría muy bien tenerte aquí todos los días; así cuidarías mejor de tu vieja madre. Lo importante es que vayas a la universidad, no es relevante en que jordana.

— Pero, ¿y si eso implicaría retrasar un poco mi graduación?

Mamá me ofreció una sonrisa tranquilizadora.

— Ya eres lo suficientemente mayor para tomar tus propias decisiones, Trisy. Confío en que tomaras las correctas. — Acaricio mi mentón — ¡Uy! necesitas afeitarte.

Ahogue una carcajada mientras comía el resto de mi avena, pensando lo suficiente para darme cuenta que debía ser honesto conmigo mismo y no tratar de disfrazar la situación, y cuando lograra convencerme de hacer lo correcto todas las piezas del rompecabezas iban a volver a unirse.

THE CONSTELLATION IN YOUR BODY (Counting the stars #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora