PRIMERA PARTE

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PRÓLOGO

Mi bisabuelo ―dice Harry Potter en sus diarios― no era religioso, y, sin embargo, creía en la divinidad. Con eso quiero decir que no se identificaba con ninguna iglesia, ni con ningún «pueblo elegido». Así, mientras otros señalan el cielo y dicen Jehová, Alá, Zeus y demás, Francis Potter susurraba con asombro y respeto «Padre Universal».

Si alguien me insistiera alegando que nadie está completamente solo en una opinión, y que, por eso, mi bisabuelo estaría circunscrito en una corriente incluso si no quería identificarse con ninguna, le diría que algunas de sus posturas eran platónicas. Por supuesto que los griegos creían en una multitud de dioses, uno para cada cosa y todos para llevar.

Y Francis, mi bisabuelo, si bien no creía en lo mismo, sí lo hacía en algo similar. No hablaba de dioses, porque para él sólo había uno. Pero sí mencionaba que había una jerarquía celestial: en el tope está el Padre Universal, que no es un barbudo sentado en un trono, sino energía pura, tan brillante que sólo puede ser contemplada por ciertos elegidos, y por debajo (en cuanto existencia) todos los demás...

Me refiero a seres inmortales, cada uno con cargos específicos a lo largo, ancho e inmenso de todo el universo. El que tengan cierta responsabilidad o cargo revela que cierta corporalidad sí tienen, al contrario del Padre Universal, que es indeterminado en cuanto no tiene figura, es decir, que no se puede imaginar de ninguna manera sino como una luz pura tan intensa que simplemente destruye lo que no le es digno ni le merece.

Relacionar al Padre Universal con el Sol podría ser otra coincidencia mínima y superficial con Platón, que se sirvió de dicha analogía para explicar que la idea del Bien lo ilumina y atrae todo hacia sí. Y por eso todo tiende y aspira hacia el Bien supremo. La diferencia radica en que unos participan más de esa idea que otros, y por ello son más puros. Pero el hecho es que mi bisabuelo nunca se refirió al Sol como ejemplo de nada. La única vez que lo abordó como tema de conversación fue para explicarme una de sus teorías polémicas: que el Sol en realidad no arde, y que su luz y su calor en la Tierra son producto del choque de las ondas que envía con nuestra atmósfera

Pero decía que Francis Potter creía en una multitud de seres inmortales que mantienen el orden y la armonía del universo. Esto no quiere decir que el Padre Universal sea impotente dentro de las creencias de mi bisabuelo. Más bien se refiere a que sabe valorar su propia creación y por eso delega su infinito poder en las creaturas que se han ganado servirle desde más cerca. Entre la inmensa repartición de responsabilidades hay, por ejemplo, los gobernantes de planetas, de galaxias, y de universos enteros.

La totalidad de la creación, para que se tenga una idea un poco más clara, consiste en su máxima extensión, en siete universos. Y en el centro de esa totalidad está el sitio de residencia «oficial» del Padre Universal. Es decir, lo que comúnmente se denomina Paraíso, pero que, para mi bisabuelo, se llamaba Havona. Este lugar está habitado por los seres más elevados, más puros en el contexto platónico ya dado. Aquellos que están más cerca del Bien, o los más buenos, como se prefiera decirlo.

Decía que el Padre Universal destruye lo que no le es digno ni le merece. Pero esto puede mal interpretarse si no se explica a su vez que, mi bisabuelo estaría de acuerdo con los antiguos griegos en cuanto a que creía en la re-encarnación. Es decir, que cada alma inmortal debe pasar por varios cuerpos, en distintas épocas y lugares, para purificarse. Varias memorias en las que podrá elegir el camino de la vida (el Bien) o el de la muerte (el Mal). Y, por tanto, varias oportunidades para acercarse más a lo divino (Francis Potter creía que 5000 era el límite de re-encarnaciones). De modo que la destrucción de lo impuro (aquello que debe perfeccionarse) frente a lo más puro es necesidad lógica. Dando un ejemplo inconfundible: el Padre Universal es la mayor luz que puede existir, y frente a él no es posible ninguna sombra.

Amor esotérico (drarry)Where stories live. Discover now