West Side Story

If you III

Me encontraba con mi vecina después el último entrenamiento del equipo de la escuela, debido al invierno adelantándose la entrenadora decidió suspender los entrenamientos hasta que el clima cambiaba, de los entrenamientos en la universidad tampoco podía hacerse mucho, si bien veía a Drew y las demás de vez en cuando, los entrenamientos allá también quedaron suspendidos; mis primos y nosotras caminábamos hacia el estacionamiento para subir al auto e irnos a casa, una vez dentro del auto rojo de mis primos nos dirigimos al conjunto, por la ventana podía verse los negocios y demás lugares con decoraciones para celebrar el Halloween, tomé mi móvil y vi que solo faltaba pocos días para que los niños salieran a pedir dulces, inmediatamente recordé la foto de Elizabeth, la busqué y casi por necesidad la dejé como fondo de pantalla, el camino se hizo corto mientras platicábamos acerca de muchas cosas, entre esas una presentación que harían mi primo, mi vecina y sus amigos en el Devil's cry en día de Halloween, así que iban a ir esa misma tarde a ensayar, aunque me gustaba saber que iba a hacer algo que le gustaba muchísimo una parte de mi quería estar más tiempo a solas con ella, por otra parte Josh también se veía entusiasmado por estar con su mejor amiga haciendo algo que les gustaba a ambos; una vez llegamos al conjunto salimos del auto y cada quien se fue a su casa, una vez dentro de la mía como mamá estaba trabajando estaba sola, dejé mi mochila en el sofá de la sala de estar, subí a mi habitación para bañarme y cambiar mi ropa por algo más cómodo, una vez me había bañado y puesto mi pijama, bajé por mi móvil para llamar a papá, las últimas semanas había mejorado algo más con ese tema, al otro lado de la línea sonó dos veces hasta que contestó mientras me sentaba en el sofá de la sala de estar.

-Hola hija.-habló él del otro lado.

-Hola, ¿cómo estás?-pregunté sentándome en el sofá mientras abrazaba mis piernas.

-Bien gracias ¿cómo estás tú?-preguntó cariñoso y sonreí levemente.

-Bien igualmente, supongo que mañana llegarán mis nuevos lentes.-dije con desgano, aún no me acostumbraba a la idea de usarlos y estos días iban a llegar.

-Bueno, era de esperarse.-lo decía porque él y mamá también los usaban de vez en cuando.

-Supongo...-hablé con él por poco menos de una hora platicando de varias cosas, entre ello la escuela y otros temas hasta que nos despedimos, me levanté de mi lugar por algo de beber, sentía algo de sed por lo que decidí ir por una soda a la cocina, tomé la lata del refrigerador entre mis manos, caminé de nuevo hasta el sofá para encender la televisión y tener algo con qué entretenerme y evitar sentirme tan sola, los minutos pasaban hasta que sentí a alguien tocando la puerta, con algo de pereza me levanté y fui a abrir la puerta, una vez estuve al frente de esta, la abrí, del otro lado de estaba un hombre con un pequeño paquete en mano.

-Buenas tardes, paquete para Jane Brent.-dijo mientras anotaba algo en unas hojas y tendiéndome la pequeña caja.

-Sí, soy yo.-dije recibiendo el paquete.

-Por favor firme aquí.-pidió amablemente extendiéndome un formulario y un bolígrafo, con cuidado tomé todo y lo firmé, cuando terminé le entregué lo que me había dado.-Muy buena tarde.-dijo y yo asentí mientras él se iba en el camión de la compañía de entregas, una vez se fue entré observando el paquete, el remitente era la óptica a la que fuimos.

-Tal vez tenga que usarlas antes.-dije para mi misma con desgano, abrí la caja, adentro venía un estuche y una hoja, tomé el estuche y lo abrí, dentro estaban los lentes que debía usar con el marco que había elegido, luego tomé la hoja y venía con indicaciones médicas, me detuve a leerla por un rato sin mucho interés; luego de un tiempo tomé los lentes de nuevo y me los puse, sentía el cambio, veía bien pero aun me sentía incómoda con ellos, estaba a punto de quitármelos hasta que volví a escuchar que llamaban a la puerta, caminé hasta el umbral y volvía a abrir.