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Lucas bajo la cabeza, sus ojos solo podían ver el suelo de madera de la sala-Padre, esto yo ya lo sabía, la encontré en la estación del tren y la traje.

-Es bueno que la hayas encontrado, pero por qué no contestaban el teléfono

-Lo puse en modo avión, para ahorrar batería-Saque mi teléfono de mi bolsa del pantalón y se lo di a papá-Ya veo y tu Lucas por qué no lo contestabas

-Lo debí olvidar en mi mochila, es que cuando llegue a la casa y no vi a Yeon me asuste y fui con la vecina y me dijo que la vio salir del apartamento asía la estación de trenes

-Lo bueno es que están aquí y bien-la carga que tenía en mis hombros despareció, me sentí más relajada-A pero Yeon no vas a volver a salir de esta casa sola, si quieres ir con tu amiga tendrá que ir tu hermano

-Si papá, en realidad Lucas y yo ya habíamos hablado de esto y el tuvo la idea de que me inscribiera a una clase extracurricular-papá ya no estaba enojado, ni preocupado-Me parece una gran idea y ya vallase a dormir y Lucas mete la maleta de Yeon que dejaste afuera-mi hermano salió de la sala, papá me abrazo-¿Quién te convenció de esto?

-Si te dijo me prometes que no me vas a llevar con el psicólogo-se lo pensó por unos segundos-Si está bien te lo prometo-hicimos el juramento del meñique-Me convenció Bruno, no le volveré hacer caso te lo prometo papá-él se separo del abrazo-No te preocupes Yeon, la próxima vez que te diga algo cuéntale a tu hermano o a mi-mi hermano entro de nuevo a la sala y nos rodio a los dos. Cuando nos separamos, papá se fue a la cocina y Lucas ya se iba a su habitación pero yo lo sujete del brazo-¿Qué sucede Yeon?-Tenia tanta pena de pedirle esto, hace años que yo duermo sola, pero eso lo último que quería, estar sola-¿Puedo dormir contigo por hoy?-Puso su mano en su barbilla y se los piensa-Claro, cuando quieras puedes dormir conmigo, ve por tu piyama, una almohada y una cobija-Salí corriendo a mi cuarto, entre al baño y me lave mi cara y las demás cosas que se hacen hay, salí de este y fui a mi armario y agarre mi almohada en forma de nube que él me había regalado unos meses atrás, una cobija blanca y mi piyama blanco con negro, salí de mi habitación, deje todo sobre la cama de mi hermano.

Toque la puerta del baño y me respondió el-Cámbiate afuera yo me voy a cambiar aquí dentro del baño-Le hice caso, cuando termine le volví a tocar la puerta para darle a entender que ya podía salir-A ti te va a tocar del lado de la lámpara-Me acosté dándole la espalda a él, tenía una cara seria no podía evitar pensar en que mi hermano en poco tiempo va a empezar a hacer su vida, terminara la universidad, se ira de la casa, se casara y si cumple esa promesa que me izo cuando éramos niños de nunca dejarme sola, yo solamente me volvería una carga para él, supongo que se dio cuenta de mi cara de tristeza entonces me abrazo de la cintura acercándome a él, cuando éramos niños y nuestros padres peleaban por los gastos que involucraba mi enfermedad, yo lloraba en mi cama y siempre que sucedía nos dormíamos juntos y abrazados, el psicólogo nos dijo que también tenía depresión y que era muy raro para mi edad, le dijo a mi madre que el afecto y el cariño que yo sintiera me iba a ayudar a superar eso, pero ella nunca le hacía caso entonces mi hermano ocupo el lujar de mi madre, el se daba cuenta antes que los demás, que yo no estaba bien y le avisaba a mi padre, y los dos juntos trataban de hacerme reír para que yo no les hiciera caso a las voces o me pusiera triste, una vez antes de que ella se fuera tuvieron una pelea, mi madre decía que para que trataban de hacerme feliz que eso no iba a funcionar que yo estaba enferma y eso iba a ser para siempre y el no podía hacer nada.-Ya duerme y deja de pensar en tantas cosas-me susurro mi hermano en la oreja, le hice caso y después de un rato caí en los brazos de Morfeo.

Estaba en una habitación bacía, lo único que había era una carta y un espejo gigante, intente leer la carta pero cuando mis ojos empezaban a leer las palabras desaparecían y al final el papel simplemente se empezó a quemar, solté de inmediato lo que quedaba de la carta, me acerqueal espejo y de este salían unos susurros que repetían los mismo hasta que se fueron haciendo cada vez mas fuertes la voz era de una mujer específicamente la de mi madre repetía una y otra vez-Crees que alguien te va a querer con esa enfermedad, crees que alguien te va a querer con esa enfermedad-en el espejo comenzó a formarse una figura de mujer, era mi madre con una cara de enojo, un sobre en su mano derecha y una maleta en la izquierda, me aleje lo mas que pude, me arrincone en una esquina del cuarto empecé a llorar, ella empezó a repetir otra cosa-Arruinaste mi vida y aras lo mismo con la de Lucas-me desperté de golpe, Lucas tenía una cara de preocupación-¿Yeon que tienes, me preocupas?-me quítelas lagrimas de los cachetes, le conté todo el sueño, con cada detalle que recordaba-Nada de eso es cierto, tu no vas a arruinar mi vida al contrario tú me das un propósito y me alientas a seguir-esas palabras hicieron que rompiera en llanto de nuevo-Quieres hablar de esto con papá-Yo negué con la cabeza-Solo lo preocuparía más-Volteo a ver el reloj, eran las 4 de la mañana-Vuelve a dormir hermana, es muy temprano, me volvió a rodear con su brazo y me quede dormida enseguida.

En mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora