NARRADOR:
Finalmente la hospitalizacion había finalizado, volvió a Derry junto a su familia. Ahora sin un gran peso encima, ya no había un monstruo acechando por el pueblo.
—Puedes irte, lo vi en tus ojos. —dice su madre— Extrañas a tus amigos.
—Gracias, mamá. Volveré para la cena.
—Te espero.
Corre hacia su bicicleta, ubicada en el mismo lugar que hace dos semanas. Sube a esta y conduce hasta la casa de Bill, era viernes y sabía que los chicos estarían ahí.
Y era así. Algo serios, pocas risas, jugando a las cartas en el porche de la casa Denbrough. Iba a hacer lo que siempre hacia, sorprenderlos con algún truco que solo ella podía hacer, pero su madre le había ordenado no usar sus poderes aún.
—Hola, chicos. —levantan la mirada, topandose con ____ parada frente a ellos— ¿No van a saludar o que?.
La primera en abalanzarse contra ella es Beverly. Durante las dos semanas separadas la había pasado mal pensando en su novia siempre, extrañandola y adolorida de no tenerla a su lado, sabiendo que estaba en el hospital.
—¡Te extrañé!, joder... Te extrañé.
.
—Y yo a ti, mi pelirroja. —deja un beso sobre su coronilla— No podía esperar para verte...Todos se unen al abrazo, Eddie incluso tenía ganas de llorar. Los perdedores estaban preocupados, pero sabían que ella se recuperaría.
—Oye, ___... Compramos algo para ti, como un regalo se bienvenida. —Mike saca una cajita de su bolsillo— Para que nos recuerdes siempre, toda tu vida.
—¡Gracias, chicos!. —abraza a Mike antes de tomar el regalo.
Un collar que se abría, dejando ver una pequeña foto del club, foto tomada en las vías de los trenes.
—Mierda... ¡me encanta!, jamás voy a quitármela.
La tarde la pasaron con mucha diversión y carcajadas, se pusieron al día, contaron historias, y jugaron juegos de mesa. Al final de la reunión, Richie se había quedado un rato más por lo que su hermana decidió irse con su amada novia.
—¿Tienes frio? —pregunta Beverly que empujaba la bicicleta de ____.
—Nop.
—Entonces toma.
Se quita la chaqueta y la pone sobre los hombros de su novia, ella ríe con ternura, mirandola a los ojos que la enamoraban completamente.
—Todo habría sido genial si hubieras estado aquí. No la pasamos muy bien, pero ahora si. —vuelve a hablar.
—La habría pasado bien de igual manera. —suspira— No fue lindo estar en el hospital, pero esperé a recuperarme pronto.
—Y aquí estas.
Deja la bicicleta sobre la acera, y se acerca a ella tomándola del rostro y acercando sus rostros. Susurra en sea sus labios cuanto la ama y la besa con dulzura y lentitud.
___ toma sus manos, y la atrae a ella para intensificar aquel beso.
—Te amo, Beverly.
—Y yo a ti, enana.
Continúan caminando, contemplando el atardecer. Lo que quedó del trayecto nunca se soltaron, no querían hacerlo, no otra vez.
[...]
—¡Buenas días, princesa! —Richie besa la mejilla de su hermana— Mamá ya hizo el desayuno, baja o comeré el tuyo por ti.
—¡Ya voy, rana!.
Baja corriendo las escaleras, emocionada, tendría por segunda vez un picnic, ahora con todos sus amigos. Desayunaron rápidamente para irse a toda prisa con sus cosas al lago.
El día estaba nublado, con una ligera brisa fresca, por lo tanto no podrían refrescarse más en el lago.
—¡Ch-chicos, por aquí! —Bill alza su mano para llamarlos.
—¡Díganme que trajeron sándwiches!
—Trajimos sándwiches.
Ben sonríe feliz, dejan las canastas sobre el mantel y empiezan a comer un poco antes de que las doce llegara.
—___ mira, te traje esto. —Beverly le muestra un girasol en su mano— Se que te gusta.
—¡Gracias!, es hermosa.
Besa su mejilla fugazmente, toma la linda flor en su mano y la pone en el bolsillo de su jardinero.
—El día es lindo, luego podemos dar una pequeña vuelta por el bosqu, ¿si?
—Lo que tu quieras hacer. —acepta la pelirroja.
—Hey, Eddie, no es por asustarte pero tienes una mariquita en tu hombro.
—¡Qui-quitala! ¡Esas son horribles!.
Mike obedece ante el pedido casi horroroso del pequeño Edds, ante la risa de todos.
—No te va a morder, no es venenosa, solo es un pequeño y adorable bichito —bromea Richie— Bueno.. ¿Quién tiene hambre?.
—¡Yo!.