Capítulo 2: El Juicio I

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Comisaría de policía, Tokyo, Japón.




Unos gritos y fuertes golpes despertaron a Pietro de su sueño. Estaba en una celda. Una celda de espera, por así llamarla, en una comisaría de policía en la capital nipona.

- Levanta Stark, tienes visita.- Dijo un agente llamando al joven. 

Pietro se levantó torpemente del colchón con sábanas que apenas podía considerarse cama donde llevaba durmiendo desde hace dos días. Hoy era el juicio. ¿Quién iba a hacerle visita hoy? Fuere quien fuere, literalmente había tenido otros dos días para venir y decidió venir el peor día. Así lo pensaba Pietro. 

Con una torpeza increíble, en un estado entre el dormir y el despertar, salió de su celda para dirigirse a las duchas de la pequeña cárcel que incluía la comisaría. Una vez en estas se quitó la ropa y abrió el grifo de una de estas duchas, las cuales solo emanaban agua fría, cosa que molestó al joven pero que ayudó a despertarlo definitivamente. 

A los diez minutos salió de estas duchado, peinado y con ropa cambiada. De su triste pijama gris a rayas se había puesto una camiseta azul con el logo de Stark Industries y unos pantalones vaqueros negros muy holgados. Seguramente antes de salir hacia los tribunales añadiría al conjunto una camisa a cuadros azul marino, para combinar por completo.

Nervioso, acudió con los agentes de policía que aquella mañana hacían guardia para vigilar a los presos temporales que se hallaban en la comisaría, esperando su juicio.

- ¿Dónde está la visita?- Preguntó Pietro en tono amargado. Esos dos días allí le habían dejado sin ganas de nada. Para él era literalmente una espera para algo peor aún. Y le aterraba la idea de que podía ser esa condena mayor. Tanto era así, que el primer día apenas pudo conciliar el sueño esa noche. Y al segundo, pese a las pesadillas, durmió por el enorme cansancio que llevaba con él del día anterior, cosa que hizo que le quitara importancia a sus terroríficos sueños ya habituales.

- Aquí está la visita.- Respondió una voz femenina a la pregunta del joven. Era una chica de pelo negro muy revuelto y acabados en puntas caídas, de este pelo nacía una coleta con mechas rosas que llegaba hasta prácticamente el pecho. Era de baja estatura y muy fornida, en sus brazos se podían apreciar marcas de una fuerte musculatura. Llevaba una camiseta sin mangas con un pequeño escote y unos pantalones cortos. Su mirada parecía la de un animal. Esos rasgos eran muy familiares para el joven héroe. Había visto a esa cara y a esa persona muchas veces en su vida. Era Logan.

- Puntual como siemre, ¿eh?.- Dijo Pietro en cierto tono sarcástico, el sarcasmo era algo que ninguna situación, por dura que fuera, le había quitado.

- Estuve haciendo cosas.- Respondió seria la mutante, de brazos cruzados.

- Ah, ¿sí? -Contestó a esto Pietro, en un tono de mofa.

- Ay... Stark, veo ni estando a punto de ser procesado a juicio dejas de ser un insufrible que bromea con todo.- Dijo Logan.- Solo estoy aquí por ayudarte.

- Ser insufrible es mi mayor cualidad.- Contestó Pietro sonriendo.- ¿Pillaste al nivel omega? Antes de destrozar mi enlace con Friday creo recordar que te mandé todos los datos.

- Sí. Lo pillé antes de entrar al edificio de la Bolsa de Tokyo. Cuando intentó transformar mi ropa en acero no tuve mas remedio que... -Entonces Pietro interrumpió su relato, fingiendo alarma.

- No me jodas Logan, ¿Te lo cargaste? ¿Cómo se siente matar a Santa Claus? 

- Stark por el amor de dios, ¿Es qué nunca te vas a callar? - Reclamó Logan refunfuñando.

Avengers: Project JapanWhere stories live. Discover now